Capítulo 16.

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La música sonaba fuerte, incluso podría oírse desde fuera de aquellos audífonos que colgaban tras su cuello. Con los pies sobre el mostrador, Aldryx Andromeda permanecía pasando las páginas de una revista que había tomado de la misma tienda en la que trabajaba. El negocio aquel día estaba algo lento, pero para él no era molestia alguna, era mejor, así descansaba en el mismo trabajo y además de paga.

Torciendo sus labios al voltear una página, se encontró con el apartado de lencería en la revista; definitivamente saltaría esa parte, no quería que la cámara atrás de él registrara su interés en ello.

— Aaaaldryyx. —Se escuchó llamar una voz desde el exterior de la tienda.

Alzando la mirada hacia el cristal de la entrada, vio ingresar una figura alta al negocio, dejando atrás el ruidoso golpeteo de las campanillas de la puerta una vez que entró y se posó frente al mostrador quitándose a los pocos segundos la capucha. Aunque de no haberlo hecho tampoco habría que ser un genio para identificar esa sudadera azul y saber quién era.

— Whitmore. —Devolvió su vista a la revista, siendo un amigo no debía mostrar tanta formalidad.— ¿Cómo estás?, ¿qué te trae por aquí?

— Estoy bien. Vengo por una pequeña compra, ¿me das de esas bolsitas atrás tuyo?

— Claro. —La alcanzó, ofreciéndosela al chico bomba.— ¿Dónde estuviste? Nos tenías preocupados, desapareces absolutamente de la nada.

— Bah, ya sabes, por aquí, por allá. Estoy en todos lados. —Se dio la vuelta y se adentró en la tienda.

El Andromeda sonrío momentáneamente, pero su sonrisa se borró cuando notó sangre en las mangas del enigma. Miró de reojo hacia la cámara detrás de su posición, luego volteó a ver el resto de las cámaras esparcidas en los pasillos. No había ningún cliente además de Whitty, y agradecía eso, ya que de haber estado alguien más habría tenido que pedir a su amigo que salga para así no espantar a la clientela.

Cerró la revista, dejando la esquina de la página en la cual había quedado parcialmente doblada para continuar con su revisión luego, y bajando los pies del mostrador, dio la vuelta alrededor de la barra para acompañar al hombre bomba en su recorrido por el local.

Whitty no le dedicó ni una mirada fugaz, parecía absorto en sus pensamientos, y una tira de curita en su mejilla le hacía llegar a la conclusión de que había estado involucrado nuevamente en alguna pelea callejera. Había pasado un largo tiempo desde que Whitmore había decidido dejar de ponerse frente a la cámara, y esto había sido debido a problemas legales que tuvo con la misma familia Dearest, era algo preocupante que quizá estuviera llegando a algo más ahora.

— ¿Qué me ves tanto? —Preguntó el enigma metiendo un sobre de fideos en la bolsa de tela.— No pretendo robar nada, tengo dinero para pagar.

— No es eso lo que me preocupa. —Sinceró.— Hay sangre en tu sudadera. —Señaló el brazo ajeno.

— ¿Huh? —Levantó el brazo, viendo la sangre que estaba impregnada en la parte trasera de su antebrazo.— Ah, ¿esto? No es nada, solo un pequeño inconveniente con un espía.

— ¿Un espía?

— Si, ya sabes. Es a lo que te sometes estando en la cima de la fama. —Continuó por su camino, pasando al otro pasillo una vez que terminó de recoger lo necesario del actual.

— ¿No tienes guardaespaldas? —Le acompañó.

— Por favor, soy un enigma, lo menos que puedo hacer es cuidarme a mí mismo. —Le sonrió, revisando la estantería frente a él para buscar el producto que necesitaba.— Además, es mejor no involucrar a inocentes en mis problemas. Los Dearest no me han soltado.

Yᴏᴜ Bᴇʟᴏɴɢ Tᴏ Mᴇ - [Tagoti-Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora