Los Omegas Prime son muy raros y escasos, su relación debe de estar con los Alfas Prime ya que estas 2 razas juntas pueden tener una generación sana y fuerte. Lo curioso es que este Omega su celo es cada mes y dura 1 semana, también tienen más de un...
En lo profundo del bosque, una suave voz resonaba, acompañaba por pasos que apenas se percibían en el sendero. Aquella voz transmitía una mezcla de tranquilidad, dulzura y tristeza. El alfa pelinegro dotado de una memoria prodigiosa, recordaba los nombre de quienes lucharon con valor para frenar el avance de esos seres que se alimentan de carne humana robando la paz y felicidad en los hogares por su propia ambición y "deseo" de seguir viviendo. A pesar de que la enfermedad lo consume lentamente, con una fuerza y resilencia inquebrantables, él continúa con elegancia y calma dando frente a Kibutsuji Muzan.
—Por favor, Oyakata-sama, vamos a descansar, debe pensar más en su salud. -le hizo mención de sus preocupación la peliblanca-
—Me pregunto cuánto tiempo más podré venir hasta acá. -continuaron caminando- Mientras siga a cargo , espero poder vengar la vida de estos niños. Este mes solamente, he recibido hasta siete denuncias de catástrofes que involucran demonios. Incluso ahora, mis niños de la Cofradía de Matademonios están dando la carga para pelear contra ellos. -afianza su agarre- No importa cuántas vidas nos quiten los demonios, una voluntad fuerte nunca se puede aplastar. No importa lo abrumados que estén se levantarán y lucharán de nuevo
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En la estación de tren, tres figuras destacaban entre la multitud: dos omegas y un alfa. Uno de los omegas observaba con fascinación el imponente tren, sus ojos brillando con admiración ante el majestuoso transporte. Mientras tanto, el alfa parecía inquieto, buscando cualquier excusa para iniciar una pelea, su cuerpo tenso y listo para la acción. El omega restante, en cambio, observaba a ambos con una mezcla de desconcierto y paciencia, sin comprender del todo el comportamiento de sus compañeros. Todos habían sido convocados a ese lugar debido a la misión urgente que el cuervo mensajero les había transmitido, pero sus reacciones ante el próximo desafío eran radicalmente distintas.
—Por ahora, escondamos las espadas a nuestras espaldas. -dijo el pelirubio- Esto es malo, el tren se va! Apúrense!
—No tenemos otra elección!
—Tengamos uuna pelea, Señor de esta tierra!
—Ese tonto!
—Vayamos tras él! -los tres saltaron para alcanzar el tren, estando dentro empezaron a explorar-
—Woah! -dijo el peliazul empujando a unos señores- Qué rápido jajajaja!
—Lo siento! -agarró de los hombros al alfa- Deja de jugar, ven aquí, idiota!
—Es tan rápido!
Mientras tanto el omega peliburdeo ayudaba a una pareja de ancianos con su equipaje.
