Mire a Charles con los ojos entre cerrados, al ver cómo ya iba por la quinta lata de cerveza.
- Esta mierda sabe asquerosa. -
Se quejaba mientras tiraba la lata de cerveza ya vacía a una pequeña bolsa.
- ¿Entonces... por qué sigues bebiendo?. -
Me queje, sin entender el porque sus acciones no coincidían con sus palabras.
- ¿Su impacto... es maravilloso?. -
Hablo obvio, sin ninguna sonrisa, como si sus pensamientos estuviesen fuera de lugar o de otro modo, lejos de la conversación en la que estábamos.
Decidí ya no responder, y mirar a mi al frente para evitar más desacuerdos como los que se habían presentado horas atrás.
- ¿Que era lo que habías pedido?. -
Pregunto de repente, pero segundos antes unas cuantas notificaciones habían saltado en su teléfono, sacándome evidentemente de todo lo que a cotejaba el momento y obligándome a mirarlo, quien ahora lo hacía era él, con su rostro neutro y detenidamente.
- Mi bolso, ¿Por qué?. -
Estaba confundida.
Su teléfono empezó a vibrar por una llamada saliente.
- Te lo traeré en un momento. -
Dicho esto, camino unos pocos metros y bajo las pequeñas escaleras que llevaban a la habitación del pequeño yate, y sin más contesto aquella llamada.
Mire atónita su espalda y me sentí un poco abrumada por su acción, no era necesario mentir para convivir.
Bufé cansada, frustrada y enojada, entre sus derivados. Me tape la cara con amabas manos para poder calmar todo lo ya mencionado.
Probablemente Lando estaría enojado conmigo por no asistir a su pequeña fiesta, pero me tenia sin cuidado el pensar en eso.
Siempre solía actuar tan paranoico y dramático.
Revisando mi teléfono, aparecía su nombre entre las pocas notificaciones que tenía, No estaba tan enojado por lo que podía interpretar en sus mensajes y una llamada entrante por su parte apareció esta vez.
< Estoy pensando en invitar
a Max a la fiesta. >Escuche la voz de aburrimiento de Lando tras el teléfono.
< Hazlo, no estaba muy
contento hoy. >Fue lo único que respondí, pues realmente no me importaba mucho lo que fuese a hacer el británico.
< Realmente eres molesta. >
Norris se quejó tras mi cortante respuesta, así que con un poco más de ánimo le aclaré que la situación se había tornado tensa en cuanto lo saludé hoy.
< Ya sabes cómo es Max cuando queda
En segundo lugar. >Dijo el ruloso, haciendo notar que esta vez solo le importaba su victoria.
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𝘌𝘭 𝘈𝘮𝘰𝘳 𝘘𝘶𝘦 𝘔𝘦 𝘊𝘰𝘴𝘵𝘰 𝘋𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦
Romance¿Se han preguntado porque las personas a las que estamos dispuestas a dar alma y cuerpo no están dispuestas a dar todo por nosotros también?. Bueno, esta es la Historia de Isabella Sorni, quien esta comprometida por medio de un contrato con el pilo...