𝘌𝘭 𝘈𝘮𝘰𝘳 𝘘𝘶𝘦 𝘔𝘦 𝘊𝘰𝘴𝘵𝘰 𝘋𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦

C4-Hermoso pero odioso

Quien me esperaba era Andy, es la asistente de mi padre. al verme me hizo un saludo con la mano y decidí acercarme.

- Cuanto has crecido. -

Dijo mirándome con una risa pintada en la cara.

- Es lindo verte de nuevo. -

Dije dándole un abrazo. Ella fue como una hermana mayor para mi, pues en cierta parte ella era quien me mantenía entretenida en la oficina cuando mi padre estaba trabajando. Estaba más pequeña.

- Vamos, por aquí está tu padre esperando a verte. -

Agarre mi maleta, y le seguí.

Estuvimos un buen rato platicando mientras llegábamos a la pequeña habitación de descanso que tenía mi padre en el edificio.

Al llegar Andy abrió la puerta y me hizo pasar primero. Al ver a mi padre por primera vez luego de casi un año, mis ojos se hicieron agua, bote mi maleta y corrí a darle un abrazo, mi padre me siguió el juego y ambos empezamos a sollozar.

- Estoy tan feliz de verte. -

Dijo mi padre pegándome con más fuerza en su pecho y dándome un pequeño beso en mi cabeza.

Yo solo quería seguir abrazando a aquel hombre, deseaba contarle todo lo que había pasado en este tiempo, pero solo le daría un problema.

- Te extrañé. -

Dije secándome unas lágrimas que habían brotado por mis mejillas, para luego separarme.

- ¿Por que no contestabas el teléfono?. -

- Oh... no enciende creo que se ha dañado. -

Mi papá empezó a reír y simplemente me dijo que después compraríamos uno mucho mejor.

- Tal vez estés cansada así que te llevare al hotel donde me estoy quedando, en unas cuantas horas tenemos un compromiso. -

- Sabía que si llamabas era porque por fin me quieren dar una segunda oportunidad. -

- Una marca de agua, saldrá en todo el país. -

Contenta, mi padre me llevo al parking lot de la empresa, para montar mis maletas e irnos al hotel.

Mientras miraba el paisaje había vuelto a recordar el comentario del entrevistador, aún sentía náuseas al recordar el momento, y no podia sacarlo de mi cabeza.

Por otro lado no sabía si a mi padre le habría llegado el rumor, pero lo dejé de lado y seguí disfrutando el paisaje.

Estaría muerta si supiese.

- ¿Cuando llega Alice?. -

Pregunte esperando la respuesta de mi progenitor.

- Oh, luego podremos hablar de eso. -

Me sorprendió que no me había dado una respuesta, pero no pensé lo peor, pudo haberse retrasado su vuelo y por eso no había llegado aún.

- Bien, ¿puedes llamarle? Quisiera saber que paso con su vuelo. -

- Luego podrás llamarla, por ahora podemos hablar de otra cosa. -

No negaba que esa actitud era rara en él y más tratándose de Alice, más aún sabiendo que era mi manager, básicamente mi mano derecha.

Pero tampoco me negué a su propuesta, deje de lado toda preocupación y me acomode para reír con mi padre por un buen rato.
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Al llegar mi padre le pidió a la de recepción que alguien llevara mis maletas, mientras él se ocupaba yo empecé a detallar todo lo que había en aquel hotel.