La mañana en el set estaba más agitada que de costumbre. La escena de hoy era una de las más esperadas, tanto por el equipo como por nosotros, los actores. La hermana Megan y el padre Charlie se enfrentarían en un momento clave de la serie, y aunque la energía era palpable en el ambiente, yo me mantenía concentrada. Había repasado mis líneas al menos una docena de veces, pero mi nerviosismo no tenía nada que ver con eso. Nicholas estaba allí, y eso siempre complicaba las cosas.
Desde nuestro reencuentro, nuestra relación profesional había sido... tensa, pero manejable. Sabíamos cómo comportarnos en público y mantener las cosas bajo control. Después de todo, ambos éramos buenos en nuestro trabajo. Pero era imposible ignorar lo que yacía bajo la superficie, una corriente de emociones sin resolver que, cada tanto, se filtraba en nuestras interacciones.
El director nos reunió temprano para discutir los detalles de la escena. El set recreaba la atmósfera oscura y opresiva de una iglesia gótica, el lugar perfecto para una confrontación cargada de culpa, fe y... deseo.
Observé a Nicholas desde el otro lado de la sala. Estaba concentrado en su guion, su postura relajada, como siempre. Aparentemente, nada lo afectaba. Pero lo conocía lo suficiente para saber que detrás de esa calma había algo más, algo que nunca me mostraba por completo.
Me acerqué al director, que nos explicó la dinámica de la escena. –Elena, Nicholas, esta es una escena intensa. Quiero ver tensión contenida, pero también esa vulnerabilidad que ambos personajes intentan ocultar. No es solo lo que dicen, es lo que no dicen.–
Asentí, sin perder mi enfoque. Estaba aquí para hacer mi trabajo, y no iba a dejar que nada ni nadie me desestabilizara. Nicholas y yo habíamos compartido demasiada historia, sí, pero sabía cómo manejarlo. Lo que pasó entre nosotros estaba en el pasado, y no iba a permitir que su presencia me distrajera de lo que realmente importaba.
El director se retiró, y yo me coloqué en mi marca frente al altar de la iglesia. Mi personaje, la hermana Megan , estaba a punto de enfrentarse a el padre Charlie en una de las escenas más cargadas emocionalmente de la serie. Sabía que era importante dar todo de mí, no solo por mi carrera, sino porque mi personaje merecía ese nivel de dedicación.
–Cámara lista– anunció el asistente. –¡Acción!–
Empecé a caminar lentamente hacia el centro de la escena. Los pasos resonaban en el suelo de piedra mientras mi cuerpo se adaptaba al peso de la situación. La hermana Megan estaba furiosa, herida, pero no iba a mostrar debilidad. Me detuve frente al altar, girándome hacia Nicholas, quien estaba de pie a pocos metros de distancia, en su rol de el padre Charlie. Sus ojos oscuros me observaron, fríos, calculadores, pero también había algo más en su mirada. Algo que él mismo intentaba ocultar.
–"No puedo creer lo que has hecho"–dije, mi voz firme, llena de control. La hermana Megan estaba enfadada, pero no permitiría que ese enojo la debilitara.
-"No entiendes lo que he sacrificado"–respondió Nicholas con su tono bajo y grave, encarnando a su personaje. Dio un paso hacia mí, pero yo me mantuve inmóvil, clavando mis ojos en los suyos. No iba a retroceder. Ni en la ficción, ni en la realidad.
Las líneas seguían, pero cada palabra que cruzábamos parecía un juego de poder. Nos conocíamos demasiado bien, y aunque había algo no dicho entre nosotros, no iba a ceder terreno. No ahora.
La escena pedía que el padre Charlie intentara tocarme el brazo, un gesto simbólico de arrepentimiento. Sentí su mano aproximarse, pero me adelanté y lo aparté con brusquedad, tal como el guion lo indicaba. –"No puedes corregir esto con palabras vacías"– espeté, y en ese momento no era solo hermana Megan hablando. Eran años de conversaciones pendientes entre nosotros.
–"Corte"– llamó el director. –"Eso fue intenso. Vamos a hacerlo de nuevo, pero esta vez con un poco más de contención en las emociones, Elena. Nicholas, más defensivo, como si no quisieras admitir tus errores. Vamos a grabar otra toma."–
Asentí, sintiéndome en control. La tensión estaba ahí, sí, pero no era algo que me afectara al punto de perder el control. Sabía cómo mantener la compostura, y eso era exactamente lo que haría.
Durante las siguientes repeticiones, perfeccionamos la escena. Cada toma parecía aumentar la tensión entre nuestros personajes, pero también entre nosotros dos. Las miradas que intercambiábamos eran más que actuación, lo sabía, pero eso no significaba que fuera a ceder. Nicholas podía intentar jugar sus cartas, pero yo no iba a caer en ese juego tan fácilmente.
Después de un par de repeticiones, el director nos dio un descanso. Me alejé del set con la frente en alto, buscando un lugar tranquilo para tomar aire, pero antes de poder distanciarme, escuché la inconfundible voz de Nicholas a mis espaldas.
–Elena.–
Me detuve, pero no me giré de inmediato. Respiré profundamente antes de darle la cara. –¿Qué pasa?–
Él se acercó, pero mantuvo una distancia respetuosa, observándome con una ligera sonrisa, como si quisiera descifrarme. –Esa escena estuvo bastante bien –comentó, y aunque parecía una observación inocente, su tono dejaba entrever algo más.
–Gracias– respondí, sin darle más importancia de la necesaria. –Es nuestro trabajo, después de todo.–
–Lo sé– dijo, su mirada intensa. –Pero no puedes negar que algo más estaba pasando ahí.–
–No empieces– le advertí, manteniendo mi tono firme. –No voy a caer en tus juegos, Nicholas.–
Él sonrió, pero había algo desafiante en sus ojos. –No es un juego, Elena. Sabes que lo que pasó entre nosotros no se ha resuelto.–
–No me interesa resolverlo– respondí con seguridad. No iba a permitir que desviara mi enfoque. Había trabajado duro para llegar hasta aquí, y no iba a dejar que el pasado me desenfocara.
Nicholas dio un paso más hacia mí, pero esta vez lo enfrenté con la cabeza en alto, sin retroceder. –No puedes seguir fingiendo que todo está bien–dijo, su voz baja pero firme. –Tarde o temprano tendrás que enfrentarlo.–
Lo miré fijamente, sin ceder ni un milímetro. –Ya lo enfrenté. Y lo superé. Deberías hacer lo mismo.–
Por un momento, vi algo en su expresión que me sorprendió: duda, quizá incluso arrepentimiento. Pero al instante, volvió a su semblante neutral. –Tal vez tengas razón–murmuró, pero su tono dejaba claro que no estaba convencido.
–No tal vez–corregí. –Es lo que es.–
Nos quedamos en silencio por unos segundos, ambos midiéndonos. La tensión estaba ahí, pero no iba a ser yo quien cediera. Sabía lo que quería, y no estaba dispuesta a permitir que Nicholas volviera a complicar mi vida. No ahora.
Finalmente, uno de los asistentes de producción se acercó para informarnos que la siguiente escena estaba lista. Nicholas me lanzó una última mirada antes de dirigirse al set, y aunque había algo no dicho entre nosotros, sabía que no era el momento ni el lugar para resolverlo.
La próxima escena sería aún más intensa, pero estaba lista. No importaba lo que hubiera pasado entre nosotros en el pasado. Yo era dueña de mis decisiones, y esta vez, no iba a permitir que Nicholas o nuestros sentimientos no resueltos me distrajeran de lo que realmente importaba.
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Hola! Soy Aurora, la autora, espero les guste, si tiene sugerencias me las pueden dar sin problema. Les agradecería que apoyaran dándole a la ⭐️ y siguiéndome claro. ¡Hasta la próxima página!
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REENCUENTRO| Nicholas Chavez
FanficElena y Nicholas se reencuentran después de mucho tiempo, esto desentierra viejas heridas y recuerdos compartidos. Mientras la tensión entre ellos se intensifica, deberán enfrentar los fantasmas de su pasado y decidir si el amor que una vez los unió...