El día empezó como cualquier otro en el set de Grotesquerie, pero la tensión en el aire era casi palpable. Todos parecían saber que la escena que estábamos por grabar no era como las demás. Incluso yo lo sentía, una energía inusual que recorría el plató y que se concentraba entre Nicholas y yo.
Nos preparamos para grabar otra escena clave entre la hermana Megan y el padre Charlie, una conversación intensa en la que el dolor y la culpa de nuestros personajes los llevarían a un límite emocional.
Sin embargo, había algo más en el guion, algo que me hacía sentir como si esta escena fuera mucho más que actuación.
Antes de comenzar, Nicholas se acercó. Lo vi venir desde el otro lado del set, caminando con esa confianza que siempre parecía acompañarlo. Me detuve, tratando de mantener la compostura.
–Elena– dijo con una sonrisa ladeada, –hoy será un desafío interesante.–
–Siempre lo es contigo– respondí con un toque de ironía, pero sin perder el control. Ya había aprendido a no dejar que sus comentarios me afectaran demasiado.
Se rió, pero su mirada permaneció fija en mí, como si intentara descifrar algo. –Esta escena... no sé, siento que será diferente. ¿Tú qué piensas?–
Lo miré por un momento, sin bajar la guardia. –Creo que va a ser un buen reto, pero lo manejaremos como siempre.–
Él asintió, pero vi algo más en sus ojos. Algo que no dijo, pero que estaba claro para mí. Sabía que esta escena iba a remover cosas, no solo para nuestros personajes, sino para nosotros. Pero no iba a darle el gusto de admitirlo.
–Vamos a empezar– anunció el director, y todos nos dirigimos a nuestras marcas.
La escena requería que la hermana Megan y el padre Charlie estuvieran solos en una pequeña habitación del convento. Era un momento de confrontación, pero también de vulnerabilidad compartida.
El guion indicaba que, tras la conversación, un beso inesperado surgiría entre los personajes, una mezcla de emociones contenidas que se liberaban de golpe.
Me coloqué en mi posición, observando cómo Nicholas se preparaba en la suya. Sentía la presión en mis hombros, pero no iba a dejar que eso me dominara. Yo era la hermana Megan, y mi personaje tenía una convicción que no se quebraría tan fácilmente.
–Acción– gritó el director.
La escena comenzó con una confrontación verbal. Hermana Megan estaba enfadada, llena de dudas sobre la fe y la vida que había elegido, mientras que el padre Charlie intentaba consolarla, aunque sus propias creencias también estaban en conflicto. Las palabras entre nosotros volaban, cargadas de dolor y frustración.
–"No puedo seguir creyendo en algo que solo me trae sufrimiento" –dije con firmeza, dando vida a mi personaje. Hermana Megan estaba al borde de la desesperación, pero no iba a permitir que el padre Charlie la convenciera tan fácilmente.
Nicholas, como el padre Charlie, se acercó, sus ojos oscuros fijos en los míos. –"No se trata solo de fe, Megan. Se trata de encontrar redención en medio del dolor. Ambos sabemos que no es tan simple como escapar."–
El guion pedía que hermana Megan se tambaleara ante estas palabras, pero yo decidí darle otro giro. En lugar de mostrar debilidad, mantuve la mirada firme, desafiándolo, mostrando que, aunque las palabras de el padre Charlie la afectaban, no iba a ceder sin luchar.
La tensión entre nosotros crecía, no solo en la escena, sino en la realidad. Sentía cómo la energía entre Nicholas y yo cambiaba, como si cada palabra que intercambiábamos fuera más que actuación. Estábamos caminando por una línea peligrosa, y ambos lo sabíamos.
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REENCUENTRO| Nicholas Chavez
FanfictionElena y Nicholas se reencuentran después de mucho tiempo, esto desentierra viejas heridas y recuerdos compartidos. Mientras la tensión entre ellos se intensifica, deberán enfrentar los fantasmas de su pasado y decidir si el amor que una vez los unió...