REENCUENTRO| Nicholas Chavez

Capítulo 9: Una Noche de Recuerdos y Deseos

Malena se estaba preparando con entusiasmo para la fiesta, mientras yo me miraba en el espejo, intentando elegir el atuendo perfecto. –¿Qué te parece este vestido?– le pregunté, girando para mostrarle una opción que resaltaba mis curvas.

–¡Es perfecto, Elena! Te ves increíble– respondió Malena con una sonrisa mientras se ponía un collar brillante. –Hoy es la noche para dejar una impresión.–

Un escalofrío de nervios y emoción recorrió mi cuerpo. No podía dejar de pensar en cómo las cosas habían cambiado con Nicholas en los últimos días. Habíamos comenzado a relajarnos el uno con el otro, y eso me llenaba de esperanza.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Malena y yo salimos hacia la fiesta. La música sonaba a lo lejos y la energía vibrante se podía sentir en el aire. Al entrar, una ráfaga de risas y voces llenó mis oídos. Allí estaban todos, disfrutando de la noche, y al instante, mis ojos buscaron a Nicholas.

Lo encontré en una esquina, rodeado de amigos. Su risa resonaba, y en ese momento, el mundo a mi alrededor se desvaneció.

Entre risas y saludos, las bromas no tardaron en llegar. Uno de los amigos de Nicholas, Adrián, fue el primero en hacer un comentario. –Vaya, Elena, deberías animarte a bailar con nosotros, te ves demasiado bien para solo quedarte ahí parada.–

Malena soltó una risita a mi lado, claramente disfrutando de la situación. –Sí, Elena, deberías mostrar esos movimientos– añadió con una sonrisa traviesa.

–Cálmense un poco– respondió Nicholas, apareciendo justo a tiempo y lanzando una mirada rápida en mi dirección. Sus ojos se detuvieron por un segundo más de lo habitual, y noté la chispa de reconocimiento cuando me observó de arriba abajo.

–¿Qué, Nick? ¿Te molesta que le estemos diciendo la verdad?– bromeó uno de sus amigos mientras lo empujaba juguetonamente.

–No, no me molesta. Solo asegúrense de no pasar la raya– respondió Nicholas con una sonrisa, pero noté el ligero destello de celos en su tono, lo que me hizo sonreír para mí misma.

–Te estaba esperando. Estás impresionante.– exclamó, esta vez dirigiéndose a mi.

–Gracias, tú también te ves genial– respondí, intentando que mi voz no temblara. Nicholas llevaba una camiseta ajustada que acentuaba su figura, y no podía evitarlo, era imposible no notarlo.

Malena nos interrumpió con un guiño, –Voy a conseguir algo de beber. Ustedes dos quédense aquí y diviértanse.– Se alejó, dejándonos solos.

–Me alegra que vinieras– dijo Nicholas, inclinándose un poco hacia mí. –Me gusta verte así, disfrutando de la fiesta.–

–Sí, es divertido estar aquí– respondí, sintiendo que el ambiente a mi alrededor se estaba cargando de electricidad.

Un grupo de amigos se acercó y comenzaron a bromear. –Nicholas, ¿por qué no le pides bailar a la guapa de la noche?–uno de ellos bromeó, provocando risas.

–No lo sé– dijo Nicholas, mirándome con complicidad. –Tal vez si me animo... o si ella se anima.–

El ambiente se volvió más ligero, y sentí que mis mejillas se sonrojaban. –¿Yo? Claro, tengo dos pies izquierdos– bromeé, intentando desviar la atención.

–Vamos, solo una canción. ¿Qué puede salir mal?– insistió, acercándose aún más.

Mientras la música sonaba, el grupo empezó a bailar, y Nicholas se movió conmigo en medio de la pista. –Tienes que relajarte– dijo, su voz baja en medio del bullicio. –Solo diviértete.–