REENCUENTRO| Nicholas Chavez

Capítulo 4: Líneas Cruzadas

¡Necesito saber que opinan!: Me preguntaba si no les molestaría que agregara una escena +18 en el siguiente capítulo, claro que si no les gusta el contenido tan explícito pueden saltarse esa parte no afecta a la trama, antes de que empiece una escena así pondré un pequeño mensaje para los que gusten saltárselo. Díganme que opina al respecto. Ahora si, espero les guste.

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Sentía mi respiración agitada mientras me apoyaba contra la pared del set, intentando recuperar el control de mis pensamientos. Las luces del estudio ya se habían apagado, y el equipo había comenzado a retirarse, pero mis emociones seguían en pleno auge.

Nicholas estaba a solo unos metros de distancia, hablando con uno de los productores. Su postura era relajada, pero yo sabía que, bajo esa apariencia de calma, algo más estaba sucediendo, algo que ambos habíamos estado intentando evitar desde hacía días.

Desde el último beso en la escena, algo había cambiado entre nosotros. Ya no era solo la actuación, era lo que sentíamos al tocar, al mirarnos. Cada encuentro en el set traía consigo una carga emocional y física que se hacía más difícil de ignorar. Me estaba afectando de una manera que no había anticipado, y lo peor era que sabía que le estaba ocurriendo lo mismo a él.

Cuando finalmente terminó su conversación, nuestras miradas se cruzaron. Nicholas me sostuvo la mirada durante unos segundos, luego se acercó, con pasos lentos y medidos, como si no quisiera apresurar el momento.

–Tenemos que hablar– dijo, su voz baja y firme.

No fue una pregunta, fue una afirmación. Sabía que tenía razón, pero la idea de enfrentarnos a lo que estaba sucediendo me hacía sentir nerviosa.

-Lo sé– susurré, mirando al suelo por un momento antes de volver a levantar la vista.

Me llevó hacia un rincón del set, donde no había cámaras ni miembros del equipo alrededor. Solo nosotros dos, con el eco de nuestros propios pensamientos resonando en el aire. La tensión entre nosotros era palpable, casi insoportable. Sabía lo que estaba por venir, lo había estado sintiendo desde el último beso, y ahora estaba más cerca que nunca.

–Esto ya no es solo actuación– comenzó él, sus ojos oscuros clavándose en los míos. –Lo que pasó en esa escena... sabes tan bien como yo que fue real.–

Asentí lentamente, mi corazón latiendo con fuerza. –Sí, pero eso no significa que debamos hacer algo al respecto.–

Nicholas soltó una risa suave, casi amarga. –¿Y qué hacemos entonces? ¿Pretendemos que no sentimos nada? Porque, honestamente, no sé cuánto más puedo fingir.–

Sentí el calor subir por mi cuerpo, mi mente corriendo en mil direcciones. Estábamos jugando con fuego, lo sabíamos, pero había algo en la forma en que me miraba, en la intensidad de su presencia, que me hacía querer arriesgarlo todo.

–Elena– murmuró, dando un paso más cerca de mí. –No puedo seguir así.–

Lo vi cerrar los ojos por un momento, como si intentara calmarse, pero cuando volvió a abrirlos, el deseo en su mirada era innegable. El espacio entre nosotros se redujo aún más, y sentí su mano rozar la mía, ese pequeño contacto suficiente para hacer que mi piel se erizara.

–No estamos en el set ahora– susurró, su voz profunda resonando en el pequeño espacio entre nosotros. –No hay guion que seguir. Solo estamos tú y yo.–