Los días comenzaron a pasar con una rutina peculiar. Felix y Hyunjin se veían casi todos los días, ya sea en la escuela o durante las prácticas de música. La amistad entre ambos había crecido rápidamente, y Felix encontró en Hyunjin un tipo de apoyo que no había esperado. Hyunjin, con su sonrisa fácil y personalidad confiada, lograba hacer que Felix se sintiera a gusto. Pero, a pesar de esa cercanía, había un muro invisible que Felix mantenía firme entre ellos.
La incomodidad surgía principalmente en situaciones que involucraban comida. Las reuniones del grupo de amigos después de las prácticas, cuando todos decidían ir a cenar o a tomar algo, se volvían momentos difíciles para Felix. Intentaba evadir con excusas, diciendo que tenía que estudiar o que estaba cansado, y aunque los demás no parecían notarlo, Hyunjin sí lo hizo.
Una tarde, después de una práctica particularmente buena, Seungmin sugirió que fueran todos a una cafetería cercana. El ambiente era ligero, lleno de risas y bromas, y todos estuvieron de acuerdo, excepto Felix, quien rápidamente buscó una salida.
—No creo que pueda ir hoy —dijo Felix mientras se acomodaba su mochila—. Tengo algunas cosas que terminar para mañana.
Hyunjin, que estaba a su lado, lo miró con una ceja levantada.
—¿Seguro? No te llevará mucho tiempo, podemos ir rápido —insistió con una sonrisa—. Además, siempre haces esas cosas de última hora.
Felix rió nerviosamente, evitando la mirada de Hyunjin. Sentía que si lo miraba demasiado tiempo, Hyunjin podría leerlo por completo, y eso lo aterraba.
—De verdad, tengo que terminar algo. Quizá la próxima vez —respondió, intentando sonar despreocupado.
Sin embargo, cuando Hyunjin lo miró, supo que no le creía. Pero para su alivio, Hyunjin no insistió más. Solo asintió y le dio una ligera palmada en el hombro antes de dejarlo ir.
En la cafetería, mientras todos se acomodaban, Seungmin no pudo evitar notar cómo Hyunjin miraba su teléfono cada cierto tiempo, distraído. Tras un rato de conversación, cuando los demás estaban entretenidos, Seungmin se inclinó hacia él.
—He notado que Felix está un poco distante cuando se trata de reuniones donde hay comida —dijo en voz baja, lo suficientemente discreto para que nadie más escuchara.
Hyunjin lo miró, algo sorprendido de que Seungmin también lo hubiera notado. Había pasado semanas observando ese mismo patrón, pero no había querido hacer preguntas.
—Lo he notado también —murmuró Hyunjin, su mirada fija en la taza de café frente a él—. Pero no sé cómo sacar el tema sin hacerlo sentir incómodo.
Seungmin, siempre analítico, se encogió de hombros.
—Quizá solo deberías hablar con él. No directamente sobre la comida, pero hacerle saber que estás ahí, que puede confiar en ti. Tal vez necesite sentir que no lo estás juzgando.
Hyunjin asintió lentamente, agradecido por el consejo. Había una conexión entre él y Felix que crecía cada día, y cuanto más tiempo pasaba con él, más lo notaba. Cada sonrisa, cada risa compartida, cada conversación en los pasillos de la escuela, todo hacía que Felix se convirtiera en una parte importante de su vida. Pero también era evidente que Felix llevaba una carga que no estaba dispuesto a compartir todavía. Y aunque la atracción entre ellos era cada vez más palpable, Hyunjin sabía que, antes de dar cualquier paso, tenía que asegurarse de que Felix estuviera bien.
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Where the Heart Finds Home|| HyunLix
Teen FictionLee Felix es un chico que se siente perdido en sus propios problemas. Tras mudarse a Corea por el trabajo de su madre, se enfrenta a un nuevo entorno, dejando atrás su hogar y añorando su antigua vida. Sin embargo, lo que inicialmente parece ser una...