Con cada día que pasaba, Hyunjin parecía estar más decidido a acercarse a Felix. Las interacciones en la clase de inglés se convirtieron en un ritual diario: susurros y risas compartidas, miradas furtivas que hacían que el estómago de Felix se revolviera de manera placentera y angustiante al mismo tiempo. Pero había algo más en su mente que ocupaba un espacio considerable: suTCA seguía atormentándolo en silencio. Cada encuentro con Hyunjin, cada sonrisa, venía acompañado de una lucha interna que a menudo lo dejaba exhausto.
Una tarde, después de la práctica de música, Hyunjin se acercó a Felix con una energía contagiosa.
—¡Hey! —dijo, su rostro iluminado—. ¿Te gustaría venir a la cafetería después de clase? Hay algo que quiero mostrarte.
Felix dudó un momento. La idea de estar con Hyunjin era emocionante, pero la perspectiva de comer en un lugar público lo llenaba de ansiedad. ¿Y si alguien notaba su incomodidad? Sin embargo, la forma en que Hyunjin lo miraba, con una genuina invitación en sus ojos, hizo que su corazón latiera más rápido.
—Claro, suena bien —respondió finalmente, intentando que su voz no temblara.
Al llegar a la cafetería, Felix notó a varios de sus compañeros en una mesa cercana: Changbin, Minho, Christopher, Seungmin y Jisung compartían risas y bromas, mientras que Jeongin, el hermano menor de Hyunjin, les lanzaba miradas de complicidad. Había algo reconfortante en su presencia, pero también lo hacía sentirse un poco fuera de lugar, como si fuera un espectador de una obra que aún no entendía del todo.
Hyunjin lo condujo hacia una mesa apartada, lejos del bullicio. Mientras ordenaban sus bebidas, Felix se sintió aliviado al ver que Hyunjin no parecía tener prisa por hablar de cosas profundas. Disfrutaban de la conversación ligera, riendo por comentarios tontos y disfrutando del momento.
—¿Sabías que Minho solía cantar en el coro? —le preguntó Hyunjin, inclinándose hacia él con un brillo travieso en los ojos.
Felix no pudo evitar sonreír, imaginándose a Minho con un micrófono.
—¿En serio? No lo puedo imaginar —respondió, disfrutando de la risa compartida.
Sin embargo, mientras charlaban, Felix no pudo evitar observar a su grupo de amigos en la mesa cercana. La cercanía entre Changbin, Minho y Christopher era palpable; el capitán del equipo de fútbol parecía ser el centro de atención, con una energía que atraía a todos. Seungmin, con su aire calmado, se mantenía al margen, pero no podía evitar reírse de las ocurrencias de Jisung, quien no dejaba de hacer gestos exagerados mientras contaba una historia.
Felix sintió una punzada de tristeza al pensar en cómo anhelaba esa conexión entre amigos. Se preguntó si alguna vez podría tener eso con Hyunjin. Sin embargo, su mente rápidamente se desvió hacia su lucha interna. A menudo, sus pensamientos sobre la comida y la imagen corporal lo asediaban, incluso en los momentos más felices. En aquel instante, mientras disfrutaba de la compañía de Hyunjin, también se sentía atrapado por sus propios demonios.
Al salir de la cafetería, Hyunjin lo miró con preocupación.
—Oye, ¿todo bien? Pareces un poco... distraído —dijo, su tono sincero.
Felix forzó una sonrisa, tratando de ocultar lo que realmente pasaba por su mente.
—Sí, solo un poco cansado. No dormí bien anoche —respondió, deseando no tener que entrar en detalles.
Hyunjin no pareció convencido, pero cambió de tema rápidamente.
—¡Vamos a ver el nuevo mural que pintaron en la escuela! Escuché que es increíble. ¡Me encantaría que me dieras tu opinión! —dijo, comenzando a caminar a su lado.
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Where the Heart Finds Home|| HyunLix
Dla nastolatkówLee Felix es un chico que se siente perdido en sus propios problemas. Tras mudarse a Corea por el trabajo de su madre, se enfrenta a un nuevo entorno, dejando atrás su hogar y añorando su antigua vida. Sin embargo, lo que inicialmente parece ser una...