Richard y Camila fueron mejores amigos en su infancia hasta que la vida los separó. A pesar de sus diferentes caminos, la conexión entre ellos se mantiene viva.
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°Camila
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Ya estaba llegando a la casa de Richard donde me dijo que me esperaba, sabia que había lago que cambiaria todo esta noche sentía que Richard quería avanzar mas y eso estaba bien por que siempre trata de consentirme y ser especial conmigo .
Llegue a su apartamento iba subiendo por el ascensor llegue a el apartamento de Richard , lo llame y el salió .
-Ujum quien pidió pollo-dijo Richard .
-jajaja para que me dijiste que viniera -dije con una sonrisa al final.
-primero salude Camila -dijo .
-Hola Richard como estas -dije sarcástica.
-Ahora si Hola niña linda como estas .
-Jajajaja bien y tu -dije dándole un beso en su mejilla.
Entramos a su apartamento , estaba todo normal , seguí para su cuarto y vi que había comida , típico de Ríos , me senté en la cama y deje a un lado mis cosas.
-Vea ahí le traje comida para que no haga mala cara-dijo mostrándome la comida.
-Ay que mentiroso -dije un poco enojada.
-si ve véala- dijo riéndose.
Empezamos a comer y ver una peli , estábamos muy bien hablando de todo menos de lo que el me había dicho en el partido la verdad no le vi importancia , después de comer y ver un rato un peli , yo me encontraba en su piernas semi acostada cuando me dijo algo al oído.
—Te ves hermosa esta noche —dijo Richard, acercándose.
Sonreí, mis ojos brillaron a la luz tenue de la habitación. Me gire hacia él, quedando mas cerca, hasta que nuestros cuerpos quedaron a escasos centímetros. Podía sentir su respiración, el calor que emanaba de su piel.
—¿Y por qué solo esta noche? —respondí con una chispa en la mirada.
Richard río suavemente, sus dedos rozando mi mejilla . La tensión creció, y la necesidad de ese momento nos atrapó. Lentamente, sin romper el contacto visual, Richard bajó la cabeza y sus labios rozaron míos, en un beso que comenzó suave, pero pronto se volvió más profundo, más urgente.
Yo lo mire a los ojos por un momento, ambos respirando pesadamente. El espacio entre nosotros se desvaneció, y en ese instante, no hubo más palabras. Los pensamientos se disolvieron en el deseo compartido, en la necesidad mutua que nos consumía. Las caricias se volvieron más atrevidas, explorando cada rincón de nuestros cuerpos con una mezcla de ternura y urgencia.
Los labios de Richard comenzaron a descender por mi cuello, saboreando cada rincón de mi piel mientras yo arqueaba su espalda, entregándose al placer que él me ofrecía. Mis manos bajaron por mi cintura, deslizándose por mi abdomen firme. Las caricias se intensificaron, la ropa fue desapareciendo lentamente, y pronto no quedaron más barreras entre nosotros.
Los movimientos se volvieron más rítmicos, Richard me coloco en la cama lentamente. Dejaba besos húmedos por mi cuerpo , Yo soltaba leves gemidos , Richard por su lado baja lentamente a mi entre pierna haciendo su labor . Richard después me monto en sus piernas haciendo que tuviéramos un contacto mas profundo con nuestras partes.
El sonido de nuestros cuerpos encontrándose llenaba el silencio de la habitación. Mi respiración se volvió entrecortada, mis uñas se clavaron suavemente en la espalda de Richard, mientras el placer nos consumía por completo. Los gemidos de ambos se mezclaban, llenando el aire, haciendo que el tiempo pareciera detenerse.
Richard me junto a su cuerpo todavía sentados haciendo que quedáramos mas pegados , dejaba besos en mis senos o solo me besaba o me apretaba con un poco de fuerza pero con delicadeza , su cuerpo temblando mientras la pasión nos alcanzaba a su punto máximo. Yo clavaba mis uñas en su espalda dejando rasguños .Yo lo mire a los ojos en ese momento, nuestras miradas fusionándose mientras cruzaban juntos esa línea invisible, ese momento de éxtasis compartido que nos dejó sin aliento.
Finalmente, caímos uno junto al otro, agotados, nuestros cuerpos entrelazados, la piel brillando con una fina capa de sudor. Ninguno dijo nada, pero nuestros corazones aún latían al unísono, como si nuestros cuerpos no pudieran separarse ni un segundo más.
