Salimos juntas con mis damas y las suyas detrás de nosotras, hasta llegar al salón donde ya se encontraban la reina Anna, Rebecca, Adalyn, algunas damas de compañía sentadas a alrededor y Lorde. Hice una reverencia antes de entrar y tomar asiento alado de la reina Iris y Rebecca, un té de Jasmín fue servido en una diminuta taza junto a mí con algunos bocadillos de frutos. Aristocracia, problemas en el reino, chismes de mujeres que no conozco y sobre todo matrimonios, eran algunos temas de los cuales se hablaban.
- Princesa, ha estado muy callada – la reina Anna me mira. Es que sus historias son muy entretenidas, que no hace falta comentarios míos. – sonrió ampliamente.
- Es solo un pretexto para decir que no tiene tema de conversación –Rebecca suelta haciendo el ambiente incómodo.
- Ella debe tener alguna, ¿no es así princesa? - la reina Anna manda a callar y todas ríen – haber dime si pudieras escoger a alguno de los príncipes ahora mismo ¿a quién sería?
- Por favor – la reina Iris susurra antes de dar un trago a su té.
- Es que solo llevo un día de conocerlos, no lo sé – sonrío evitando lo incomoda que fue su pregunta, ¿será que pusieron licor en su té?
- Aquí la verdadera pregunta es ¿Quién la escogería a ella? – Rebecca continuaba haciendo comentarios pasivo-agresivos.
Todo el salón se quedó en completo silencio ante tal comentario, tome un poco de té para disimular lo incómoda que era toda la situación. La reina Iris desvía el tema de conversación.
- ¿Qué opina tu madre de esto? No la he visto por aquí.
No sé qué contestar, un nudo se forma en mi garganta y las miradas de todas me hacen sentir nauseas, esperan una respuesta, pero no sé si decirlo así tan crudo que fue ejecutada. Toda la atención es desviada hacia la puerta donde entran todos los hombres hacia el salón riendo, todas nos levantamos a hacer una reverencia, ellos se acercan a nosotras y cada una se dirige junto a su esposa o madre.
- ¿Cómo se la están pasando? – Saluda el rey Polat.
- Shhh – su esposa lo calla – la princesa está a punto de contarnos porque su madre no se ha presentado – intenta susurrar, pero todo mundo en el salón la escucha.
De nuevo miles de miradas a mi dirección, el nudo en mi garganta se intensifica que me duele, mis ojos pican y mi boca se queda seca.
- Su madre murió cuando ella tenía 9 años –Rebecca habla en voz fuerte y decidida, mi padre tiene uno de sus brazos sobre su hombro y el otro sobre Adalyn, quien también palidece – cáncer, eso nos dijo el doctor más una depresión severa.
Silencio incomodo, todos me miraban con los ojos bien abiertos, baje la mirada la tela de mi falda que estaba entre mis puños.
- Lo siento princesa no sabía – la reina me tomo del hombro - ¿está bien?
- Si – susurro –tranquila.
El momento se ve interrumpido por un miembro de la servidumbre de mi padre, quien anuncia que la comida de la tarde está servida, todos sonríen y aplauden saliendo del salón.
- ¿Princesa, no nos acompaña? – el príncipe Altan se acerca a mí.
- Claro – susurro ignorando el dolor que siento al hablar.
Todos salimos de la estancia, yo hasta atrás con mis damas mientras que Lorde ríe y plática con los reyes Polat, los reyes Zar hablan Adalyn y Rebecca, a mi lado el príncipe Filippo camina en silencio mientras que el príncipe Altan intenta entablar una conversación conmigo lo cual no esta saliendo del todo bien, no me deja responder a nada, de vez en cuando hace comentarios que me hacen reír y hacen la conversación un poco más amena, intenta incluir a Filippo pero este no se ve interesado en unirse a nuestra conversación.
Al llegar al comedor tome mi lugar entre las reinas frente a los príncipes y los reyes, en la punta del comedor mi padre hace un ademán para que nos sentemos y empiezan a servir la comida, las pláticas van de aquí para allá, toda la tensión que se sentía hace un rato ya no está presente, o la saben disimular muy bien. De vez en cuando las reinas hacen algún comentario para incluirme dentro de la conversación, pero Lorde hace que toda la atención se desvíe hacia ella.
Filippo me mira con disimulo y se mantiene bastante serio, solamente cuando sus padres le hablan sonríe un poco, pero nada más, el príncipe Altan hace bromas, su padre manda a callarlo un par de veces de manera discreta haciéndonos reír, mi padre habla con los demás y las pláticas se mantienen continuas, la comida se ha acabado, soy sacada del gran salón por mis damas quienes avisan al rey que mi institutriz me espera. Aunque ya no tome lecciones con mi institutriz desde los 15 años, ahora que me casare, necesitan darme lecciones antes de mi boda, saludo con una gran reverencia al igual que mi institutriz al verme entrar al salón.
- Su alteza imperial, ya es toda una mujer – sonríe orgullosa, ambas tomamos asiento en un sillón – ahora que se va a casar necesitamos hablar acerca de lo que conlleva el matrimonio y su misión dentro de este, como sabe, esta unión al final de cuentas es un contrato en el que usted se encargara de dar una heredera y complacer al rey, mientras que el rey está comprometido con dar herederas a nuestro reino y gobernar a su lado.
- Entiendo.
- Por eso ahora, la vere todas las tardes para platicar y para que usted pueda hacerme las preguntas que sean necesarias, para que tenga un feliz matrimonio para la eternidad princesa.
Suspiro, tengo miedo, si no cumplo mi misión como reina no sé que voy a hacer, es para lo único que he sido traída a este mundo y para lo que he sido educada, solo espero que los reyes y príncipes estén contentos, decididos a que alguno tome mi mano.

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Corona blanca
Fantasía- Tienes que ser muy fuerte Azra - susurró - eres más especial de lo que ellos te hacen creer, vas a ser reina de este lugar cuando el rey caiga y serás la más poderosa, cuando eso pase búscame ¿sí? Estaré donde menos te lo imagines. "¿Él rey va a c...