Vagabundo - BajiFuyu (Omegaverse)

𝐶𝑎𝑝 23 - 𝐸𝑙 𝑝𝑙𝑎𝑛 𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑧𝑎

—Kazutora Hanemiya, ¿acepta a Keisuke Baji como su legítimo esposo?

—Si, si, si, acepto.—Tomó a Baji de las manos y le dedico una sonrisa, demostrando lo feliz que se encontraba.

Todos sus amigos estaban presentes, a excepción de una persona... Kazutora volteo al lugar donde se suponía que debía estar y no pudo evitar sonreír descaradamente al ver el lugar vacío, luego observo nuevamente a su futuro esposo, nos de blanco, en una iglesia, con todos sus amigos presentes, el sueño que desde siempre había sido de Kazutora.

—Keisuke Baji, ¿acepta a Kazutora Hanemiya, como su legítimo esposo?

—....

Abrió los ojos, encontrándose con el techo de una oscura habitación, misma que no tardó en iluminarse. Hanma había entrado, comenzó a caminar y se detuvo hasta quedar junto a la cama del peliteñido.

—¿Qué? ¿Cuánto tiempo pasó?

—Como una semana.—Dejó a un lado su abrigo.

—¿Tanto? Pero entonces, eso significa que...

—Todo salió a la perfección.

—¿De verdad? Entonces ya soy-

—Si, lo eres, la parte del jefe está realizada, ahora es tu turno.

El de cabellos largos y teñidos trató de levantarse, sentándose con cuidado, estaba algo mareado pero no era nada de lo que debiera preocuparse, aún así sonrió con felicidad, una gran felicidad que no había sentido desde hace mucho tiempo, por fin se creía capaz de estar con el amor de su vida.

—Claro, me encargare de traerlo.

—Veo que lo tienes muy claro, Hanemiya.

Una voz masculina se escuchó, ahí pudo verlo nuevamente, aquel hombre al que ahora le debía su felicidad, entró en la habitación, siendo seguido por quien era su esposo, un alfa muy bien parecido.

—Sin embargo, olvide decirte que hubo un  ligero cambio de planes.

—¿Cómo? ¿A qué se refiere?

—Veras, tu ya sabes lo que quiero de esa zorra, pero últimamente lo estuve pensando y no puedo arriesgarme otra vez, simplemente no soportaría el dolor de que me arranquen una vez más lo que ya es mío por derecho.—Fingio algo de tristeza en sus palabras.

—Yo... No lo entiendo.

—¿De verdad todos los alfas tienen que ser tan estúpidos? Quiero decir, mil disculpas, lo olvide.—Dijo de forma burlona.

—Quiero que tú también me des un hijo.—Dicho esto, chasqueo los dedos y desvío la mirada hacia su esposo.—Ya sabes lo que tienes que hacer.

—Espere... Esta diciendo que yo...—Sus ojos no tardaron en cristalizarse mientras negaba con la cabeza.—No puedo, no puedo hacer eso, haré lo que ustedes me ordenen pero eso no.

—¿Y por qué no? Te di lo que tanto querías, es momento de que me pagues con tu parte del tratado, ¿Qué creías? ¿Que a un chico insignificante le iba a dar algo tan valioso solo por traer a otro?—Una sonrisa se formó en sus labios y seguido de eso comenzó a reír a carcajadas.

—Quizas no deberíamos continuar haciendo esto, acepto que quieras que traigan a ese chico, pero él... Yo tampoco quiero hacerlo.—Colocó sus manos sobre los hombros de su esposo, esperando que reflexionará un poco, sin embargo no tardó en recibir un golpe en ambas manos.