Narra Tehuel
Ahora me sentía un poco mejor, Eli no estaba enojado conmigo y su mamá no lo había castigado, podíamos seguir viéndonos después de la escuela. Salimos con cuidado al patio por si alguien nos veía, después fuimos con los chicos. Mati y Tomi nos preguntaron dónde estábamos, pero, después de mirarnos y sonreírnos, negamos con la cabeza, Eli les empezó a preguntar de qué hablaban mientras no estábamos, pero ellos tampoco nos querían decir, molestándonos con que desaparecíamos en los recreos, aunque pararon un ratito después para preguntarnos si el fin de semana nos veíamos para jugar a algo, al hermano de Mati le habían comprado un videojuego nuevo y él iba a pedírselo. Eli dijo que sí enseguida, yo le tenía que preguntar a mi mamá, no conocía a la mamá de Mati y no estaba seguro si me iba a dejar ir o no. Cuando el timbre sonó, esperamos a que todos se juntaran para levantarnos y caminar atrás de todo, aunque Eli y yo nos quedamos más atrás, como siempre. Ahora me sentía más tranquilo, podía hablar con él sin sentirme culpable, lo único que pensaba ahora era que teníamos que cuidarnos para que nadie más nos descubriera. Lo miré, él también parecía un poco más contento, hablaba con los chicos y se reía bastante ahora, sonreí cuando me miró; me gustaba verlo así, sus cachetes volvían a verse rosados. Metí las manos en los bolsillos, saqué dos chicles y, después de darle unos golpecitos a Eli en el brazo, le di uno. Le saqué el papel al mío y me lo metí en la boca, lo mastiqué para que saliera el jugo, seguí masticándolo antes de hacer un globito. Eli trató de reventarlo, pero me giré reventándolo yo mismo metiéndomelo en la boca. Volví a mirarlo con una sonrisa, él hizo lo mismo antes de inflar un globito. Yo también traté de reventárselo, pero no me dejó, me agarró de las muñecas y me daba empujoncitos para separarme un poco. Paramos cuando llegamos a las escaleras, Eli no quería caerse y yo tampoco quería que nos lastimemos, seguro que la seño nos terminaba retando a los dos por jugar así y terminar lastimándonos. Eli me soltó una de las muñecas, pero la otra la tuvo agarrada, recién arriba me soltó. Entramos al aula y fuimos a sentarnos en nuestro lugar, nos seguíamos molestándonos en el banco, dándonos empujoncitos o codazos, intentábamos no reírnos para que no nos retaran. Me gustaba que volviéramos a portarnos como antes, que nos lleváramos bien, que siguiéramos como siempre. Después de un rato paramos para ponernos con la tarea. Le pedí a Eli ayuda, aunque no hubiéramos prestado atención, él siempre sabía qué hacer, era muy inteligente. Me acerqué un poco más, mientras me explicaba, lo miré sin decir nada, pero él se dio cuenta que, en realidad, no le estaba prestando atención, le sonreí.
—Dale, Pachu, así terminamos.
Sentí la cara entera arderme, no sabía si era por vergüenza de escucharlo decirme así acá, porque lo había dicho Eli o porque no era alguien de mi familia. Miré para otro lado sintiendo que los demás nos miraban.
—¿No querés que te diga así? —preguntó en voz bajita.
—No me molesta... pero sos el primero que me dice así sin ser de mi familia.
—¿Tu mejor amiga no te dice así? —Negué con la cabeza—. Puedo dejar de decirte así.
—Me gusta...
Se me quedó mirando, después sonrió y volvió a mirar su carpeta, me hizo una seña para que yo también lo hiciera, teníamos que terminar la tarea antes de cambiar de aula con los del otro quinto, si no nos iba a quedar para casa. Traté de no distraerme con nada mientras me explicaba y hacíamos la tarea, aunque me costaba un poco, cada tanto tocaba mi pierna con la suya, él solamente sonreía dándome un empujoncito con su pierna. Apenas llegamos a terminar justo cuando sonó el timbre de cambio de hora, guardamos nuestras cosas y cambiamos de aula. Nos sentamos en los lugares de siempre, pero la seño empezó a armar grupos y a cambiarnos a todos de lugar, Eli y yo quedamos en dos grupos distintos, Mati quedó conmigo en el grupo, así que nos sentamos juntos. Con nosotros estaba Mili y unos compañeros más.
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Chicle sabor frutilla
Roman d'amour¿Cómo olvidar aquel primer pinchazo de amor? Este mismo es el que experimentarán Elías y Tehuel mientras se conocen en el quinto grado del primario. Su amistad empieza a hacerse cada vez más íntima hasta que el pinchazo en ellos se vuelve insoportab...