¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❛ ━━━━━━･❪ ❁ ❫ ･━━━━━━ ❜
NARRADOR
Los estudiantes de segundo año se encontraban en una mansión en la que estaban Mei y Utahime.
De repente, la mansion se destruyó y de el lugar salio Utahime entre los escombros.
-¡Vinimos a salvarlas! -dijo Satoru burlon- Utahime... ¿Estás llorando?
-¡Claro que no! Lárgate! -dijo Utahime.
-¿Estás bien Utahime-sempai? -pregunto Elizabeth preocupada.
-¡¿Y a ti que te importa?! -dijo Utahime aún mas enojada.
-¿Me consolarian si yo estuviera llorando? -le pregunto Mei a los gemelos- me gustaria que lo hicieran.
-pero tu no llorarias, ¿O si? Eres fuerte.
-¡Gojo! Yo no necesito... Que me rescates! -dijo Utahime, y a la vez apareció una maldición detrás de ella.
-¡No te la tragues! -dijo Geto mientras su maldición consumía a la otra- la agregare a mi inventario, Satoru, no es bueno burlarse de los débiles.
-tu fuiste el que sin querer le puso más leña al fuego, Geto -dijo Mei.
-¡Señorita Utahime! -dijo Shoko- ¿Está bien?, estaba preocupada por ustedes ya que no se comunican desde hace dos días.
-¡Shoko! -dijo Utahime mientras se acercaba a ella emocionada mientras corria- ¡Shoko, no debes volverte igual que a esos 3! -dijo mientras los señalaba, Satoru y Geto enseguida se pusieron adelante de Elizabeth para que no la señalara- ¿Uh? Dos días?
-ah si, la maldición no solo distorsionaba el lugar si no también el tiempo, para mí era raro, ya que Mei estaba aqui -dijo Satoru.
-exactamente, por cierto chicos... ¿Y la cortina?
Los 4 estudiantes de segundo año se pusieron nerviosos.
En la escuela de hechicería de Tokio.
Los 4 estudiantes estaban arrodillados frente a su profesor, Masamichi Yaga.
-alguno de ustedes abandono a el director asistente y le dijo que "el mismo la pondría" y al final se le olvidó, ¿Quien fue?
Shoko y Geto señalaron a Gojo, Elizabeth con su mano temblorosa y arrepentida de lo que iba a hacer, señalo a su hermano.
-profesor, ¡¿Por qué no nos olvidamos del culpable?!
-¡Con que fuiste tu!
Satoru se ganó un golpe de Yaga.
En la zona de baloncesto de la escuela de hechicería.
Los estudiantes de segundo año estaban en una cancha de baloncesto de la escuela, los dos hombres jugaban baloncesto mientras las dos chicas hablaban entre si.
-en serio... ¿Son tan necesarios los velos? -pregunto Satoru con fastidio- ¿Que tiene de malo que los no hechiceros nos vean?, igual, no pueden ver a las maldiciones ni a los hechizos.
-obviamente no está bien -dijo Suguru- si controlamos las apariciones de las maldiciones es para que ellos estén tranquilos -dijo Suguru encestando el balón.
-si, si... Que pereza cuidar a los débiles.
-la sociedad ideal es, protege al débil y reprime al fuerte.
-¿Eres moralista? -pregunto Satoru con burla- porque odio a las personas moralistas, deja de creerte por la posición privilegiada en la que estás, ¡Me das asco! Uagh! -dijo sacando la lengua con asco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-terminemos la conversación afuera, Satoru -dijo Suguru invocando un portal para sacar una maldición.
Shoko salió corriendo del lugar.
-¿Te da miedo estar solito? Vete, yo te espero.
-dejen de pelear, niños -dijo Elizabeth sonriendo con burla mientras se acercaba a ellos.
De la nada llegó Yaga, por lo que los 3 disimularon la reciente casi pelea estirándose.
-¿Uh? Que hacen? Y dónde está shoko? -pregunto Yaga.
-no lo sé, tal vez está en el baño -respondio Satoru.
-bueno, da igual. Ustedes 3 necesitan ir a una misión -dijo Yaga con los brazos cruzados.
Los 3 hicieron muecas de aburrimiento.
-¿A qué vienen esas caras?
-no es nada -dijeron los 3 al unisono.
-bueno, honestamente creo que esto es mucho para ustedes 3, pero... Es un pedido del señor Tengen -dijo Yaga.
Después, empezó a explicar que tenían que capturar, proteger y eliminar a el recipiente de plasma estelar. Explico también que era el recipiente de plasma estelar y como debían protegerla de 2 grupos que conspiraban para matarla.
