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Hacer una campaña juntos para Adidas era algo que jamás me hubiera imaginado

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Hacer una campaña juntos para Adidas era algo que jamás me hubiera imaginado. No solo por la magnitud del proyecto, sino por el hecho de compartirlo con Lamine. Desde que me lo habían propuesto, la emoción no me dejó dormir bien durante días. No sabía exactamente cómo iba a ser el proceso, pero la idea de pasar más tiempo con él en un ambiente tan distinto al que solíamos compartir me llenaba de una mezcla de nervios y entusiasmo.

El primer día de rodaje llegó rápido. En cuanto llegamos al set, la energía era palpable. El equipo de producción iba de un lado a otro, ajustando luces, preparando la ropa, y asegurándose de que todo estuviera perfecto. Lamine y yo nos miramos y reímos nerviosos al ver lo serio que se estaba poniendo todo.

—Vaya, ¿te imaginabas todo esto? —me preguntó mientras caminábamos hacia el área de vestuario.

—Para nada —contesté—. Pero, oye, aquí estamos, ¿no?

Nos cambiamos y, para ser sincera, las primeras fotos fueron algo incómodas. Ninguno de los dos estaba acostumbrado a posar para una cámara en situaciones tan formales. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, la tensión inicial fue desapareciendo, y poco a poco, todo se volvió más natural.

Lamine, siempre tan gracioso, no paraba de hacerme reír. Cada vez que un fotógrafo nos pedía hacer una pose seria, él hacía algún comentario o una cara que hacía que fuera imposible contenerme. Incluso los fotógrafos tuvieron que detenerse en más de una ocasión porque nos costaba demasiado mantener la compostura.

—Lamine, ¡por favor! —le dije entre risas, intentando recuperar el control—. ¡Nos están esperando!

Él me miró con una sonrisa traviesa.

—Pero es que no puedo evitarlo. Tu cara de seriedad es demasiado buena.

—¡Venga ya! —le empujé suavemente en broma.

Pero esa conexión entre nosotros era innegable, y todo el equipo lo notaba. Los estilistas, los fotógrafos, incluso las personas que nos ayudaban a vestirnos, intercambiaban miradas cómplices cuando nos veían interactuar.

IGUAL QUE UN ANGEL; Lamine YamalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora