Lucas nos estaba esperando en el auto. Me estudió con la mirada y se lamió los labios.
-Estás hermosa.
Su comentario hizo que me ruborizara, pero con todo el maquillaje que traía dudo que lo notase. Me limité a darle las gracias.
-¿Y a que están esperando? Suban.
Miriam y yo nos reímos y subimos a la limusina sin pensarlo 2 veces.
-¿Qué acaso no tienen chofer?- pregunté curiosa
-Sí, pero mi hermano es un obstinado que le gusta conducir a lo loco. Además hoy Pucky está de descanso
-¿Quién es Pucky?- pregunté arrugando la nariz.
-El conductor.
Lucas me miró por la ventanilla y sentí que me desnudaba con la vista. Aparté la vista, sintiéndome incomoda.-¡Oh, mirá! Aquello que se ve a lo lejos es el castillo de los Spencer...-señaló mi amiga hacia una casa muy lujosa que parecía habitada por príncipes y princesas.
-¿Qué?
-Ya verás.
Lucas aceleró y yo me sujeté al asiento de alante. Su hermana solo volteó los ojos. Seguro que ya estaba acostumbrada a las locuras de su hermano.
Poco a poco nos íbamos acercando cada vez más al lugar. Lucas estacionó al frente y pude observar mejor. Habían muchos más autos alrededor, limusinas, ferraris, audis... Ninguno parecía ser barato.-¿Aquello de allá es un supra?- pregunté atónita mientras bajaba y cerraba la puerta.
-Sí, ese es el auto de Dexter.
La miré sorprendida. No sabía que Dexter tenía uno. ¿Y si tenía uno por qué iban los 3 juntos a la escuela? Como sea...
-Pero, ¿la fiesta no era en casa del director?
Ambos me miraron como si yo hubiese dicho una estupidez, poco les faltó para soltar la risa.
-¿Y dónde crees que estamos cariño?
No. Me.Lo.Puedo.Creer.
Quedé en shock unos segundos hasta que ambos tomaron mi mano y me llevaron a rastras hasta el "castillo".Nada más entrar un aroma delicioso invadió mi olfato. Habían diferentes perfumes en el ambiente, que se mezclaban al estar en un espacio tan cerrado. Posé mi mirada cerca del pasillo. Todo lucía magnífico. Las decoraciones eran en blanco y negro, en combinación con la casa. Un candelabro de metro y medio adornaba la sala. En el comedor habían manjares de todo tipo y ni hablar de los postres que parecían decir COMEME. Me sentí como Alicia en el país de las maravillas. Solo de pensar en ello se me hacía agua la boca.
-Bonjour.
Visualicé a la persona que me había hablado y no pude evitar sonreír. Dexter lucía un traje azul oscuro con una camisa blanca por debajo. Su cabello rizo estaba perfectamente peinado hacia atrás y definido con gel. Una corbata azul hacía juego con su traje, que de hecho le daba cierto toque.
-Estamos en Louisville, no en Francia.
Los dos reímos. Un camarero pasó con copas de vino y ambos tomamos una.
-Salud mi reina-levantó su copa y yo le imité-Salud.
Empezó a sonar "Thousand years" de Crepúsculo y Dex me dio una mirada cómplice.
-¿Me concedes esta pieza?
-Será un placer...
Y comenzamos a bailar. Muchos al vernos decidieron unirse, los demás siguieron conversando y disfrutando del manjar.
A lo lejos un par de ojos verdes me observaban, esos ojos verdes que contenían ira hasta en las pupilas. Dorian. Traía una copa de vino tinto en su mano derecha, la apretaba con tanta fuerza que poco le faltó para romperla. Decidí ignorarlo y mirar a mi pareja de baile.
Dexter también me observaba. Lo hacía de una manera tan extraña que no sabía lo que me transmitía.Un mensaje me llegó, y tuve que interrumpir nuestro momento.
Lucas:¿Has visto a mi hermana?
Yo:¿No, por qué?
Lucas: Me dijo que estaría cerca de las bebidas pero no la veo en ningún lado. Tampoco coge el celular.Suspiré y miré al rubio de ojos verdes que no dejaba de mirarme. Me acerqué lentamente a su oído y le susurré "lo siento, debo irme". El asintió y justo cuando di la espalda para irme me tomó de la cintura y estampó sus labios contra los míos en un beso simple. Luego me soltó y me dio una sonrisa de lado.
-Ya puedes irte.
Papadeé varias veces sin comprender lo que había sucedido.
¿Acababa de besarme? De todas formas no tenía tiempo de pensar. Mi amiga me necesitaba. Caminé escaleras arriba buscando de puerta en puerta. Nada, ni el más mínimo rastro de Miriam. Había una puerta entreabierta y entré sin pensarlo creyendo haberla encontrado, pero solo eran dos chicos follando mientras una chica se tocaba.Dios mío, era el siglo veintiuno, pero uno nunca estaba preparado para esto.
Cerré la puerta de golpe y traté de eliminar esas imágenes de mi mente. La puerta que le seguía a esa estaba cerrada. Tenía unas pegatinas amarillas con un letrero de Peligro, no pasar. Mi mirada se desvió al suelo y vi manchas de sangre en él.
No. No podía ser lo que yo estaba pensando.
-¿Se te perdió algo, renacuajo?
Alcé la vista y su intimidante altura me cubrió por completo. No lo había visto y por primera vez en toda la noche hacía acto de presencia. Danger. Lucía en todo su esplendor, parecía un vampiro sacado de una movie. O aún peor...Un asesino en serie
Por mi mente pasaron muchas cosas. La nota en blanco. La muñeca sin ojos. Los mensajes desconocidos. Mi amiga desaparecida. La sangre del suelo. La puerta misteriosa. No. Si era cierto lo que mi intuición me decía debía correr si quería seguir con vida. Y eso hice. Corrí como si no hubiese un mañana, corrí por el pasillo a la izquierda hasta toparme con las escaleras. Pero cuando fui capaz de mirar atrás ya él había desaparecido entre las sombras. El corazón me latía con tanta fuerza que parecía que se me iba a salir. La cabeza me palpitaba y tenía sudor corriéndome por todas partes.
Una notificación de youtube me llegó en cuanto llegué al primer piso. Un video. Al parecer le había llegado a todo el mundo porque todos estaban pasmados con la cabeza metida en el celular. Caras de asco y desaprobación llenaron toda la sala. La curiosidad me ganó e hice clic en el video...
Abrí los ojos de par en par al contemplar aquello.
Era un video de Miriam y el director teniendo sexo...su piel morena brillante desnuda brincando sobre aquel hombre de 50 años. Una arqueada me pasó por la garganta y quedó ahí antes de que una nueva notificación apareciera.Número desconocido: A los cuervos hay que sacarle los ojos.
Un grito ensordecedor resonó por todo el lugar. Entonces la vi. Su cuerpo sin vida colgando desde el barandal de la escalera. Su cara llena de moretones y sus ojos... Sus bellos ojos marrones ya no estaban en su sitio. De hecho, no estaban por ninguna parte. Aquella imagen nos traumaría a todos de por vida, cosa que no parecía afectarle al asesino en absoluto.
La policía apareció de inmediato, pidiendo que no nos alarmáramos.
Una rubia de ojos violáceos se desmayó de los nervios. Había gente arqueando y vomitando del asco. Mientras tanto un agente empezó a colocar cintas amarillas como las que vi en el cuarto cerrado donde me topé con Danger.
-Todos son sospechosos. Iré tomando declaración de uno en uno-dijo el que estaba a cargo y todos asintieron asustados, inclusive yo.
Una nueva notificación llegó y solo alcance a ver -si dices algo de esto tu serás la si-antes de que mi teléfono se apagara...
ESTÁS LEYENDO
Del cielo al infierno solo hay un paso
Mystery / ThrillerTodo comenzó con una nota en blanco. Algo insignificante, absurdo quizas. Pero yo sabía que había algo oculto, un mensaje totalmente invisible al ojo humano. Lo que no sabia era que detras de algo tan pequeño vendría una masacre tan grande...