Del cielo al infierno solo hay un paso

(12)Ella

Desconocido

Miraba el techo por enésima vez. La oscuridad de mi cuarto era algo a lo que me había acostumbrado. Estar solo era un privilegio en un mundo lleno de idiotas. Lástima que deba convivir con ellos por el resto de mi vida.

Suspiré.

Miré la pantalla de mi móvil que pestañeaba continuamente. Era Danielle.

Que chiquilla mas insaciable. Le encantaba mojar conmigo. Se estaba ilusionando de puro polvo.

Pobrecita.

Tan llena de anhelos, de sueños por cumplir... Ella quería un príncipe azul. Y yo no era eso, ni de lejos. Ojalá sintiera lástima por ti, ojalá.

Deslicé la pantalla y abrí el whatsapp. Había una foto de ver una sola vez. Pinché el ícono 1 y ahí estaba. Sentada en su cama frente al espejo, semi desnuda. Hice zoom para ver mejor los detalles.

Su cabello azul le caía por los costados, dejando ver su clavícula, senos y abdomen. Tenía los pezones duros, y dos piercings que le daban un toque en esa piel tan delicada. Sus mejillas estaban más que rojas. Por su cara, deduje que estaba excitada.

En otro momento me hubiese puesto cachondo. Pero no ahora, no era el momento.

Apagué el aparato y volví a centrarme en el techo.

Ya nada me satisfacía. Podía tirarmela, a ella y a mil más. Pero no eran Ella. No eran la chica del portarretratos.

-¿Hasta cuándo?-susurré. Esperando que alguien me respondiera. Mi subconsciente quizás.

Hasta que se de cuenta.

Sonreí. Ese era mi secreto. Mi pequeño secreto. Y nadie podía juzgarme por eso. Porque sí. Porque los humanos somos seres patéticos que buscamos arduamente cumplir sueños y metas. Está en nuestra naturaleza. Y aunque no me gustara la idea de compararme con la especie, había algo que teníamos común.

Un deseo. Una meta. Un sueño por el que luchar.

Algo que me hacía desvelarme por las noches y sonreír por las mañanas. Y hasta que ella no fuese mía, mi felicidad no estaría completa.

(...)

El olor a podrido me trajo de vuelta a la realidad. Había olvidado por completo el cadáver que yacía bajo mi cama.

El hedor era descomunal. Cualquier persona normal estaría vomitando ahora mismo.
Llevaba días ahí y se me había olvidado. Todo por andar pendiente a mi chica.

Gruñí. Ya estaba descomponiéndose. Tenía algunos gusanos que ya habían comenzado a comérsela. Los labios morados y la piel reseca. Los moretones en su cuello eran mas visibles ahora que estaba sin vida y el golpe en su rostro era una verdadera obra de arte.

Me daba igual. Ya estaba acostumbrado...

Verán. Yo solía ser algo brusco en la intimidad y a veces se me pasaba la mano- a propósito. Digamos que, me aburro fácilmente, y si ya no me satisface la chica, termina como todas las demás.

Muerta.

¿Qué?

No me jodas con que no es sexy morir teniendo un orgasmo.

Como sea. No es algo que simples mortales como ustedes entenderían. La capacidad mental va mas allá de la estructura ósea.

Caminé varios pasos hacia el escritorio y encontré la foto de mi amada.

Si supiera todo lo que hago por ella.

Me quedé un momento mirando el retrato y bastó con eso para que se me pusiera dura.

Joder.

Maldije por lo bajo mientras bajaba una mano hacia mi pantalón. No me quedaría con las ganas... Eso era obvio.

Desabroché la portañuela y el bulto hizo acto de presencia.

Hubiese deseado que fuese ella quien lo hiciera. Pero por ahora solo podía fantasear.

Por ahora...

Mi mano se detuvo en ese punto justo. Dejando mi bóxer fuera de juego. Cerré los ojos y la encontré. Estaba justo frente a mí, con esos ojos azules llenos de excitación, mirando fijamente mi miembro. Ella lo tomó y metió la punta a su boca. Me estremecí.

La tomé por la nuca y la impulsé. Su cara se contrajo y sus ojos comenzaron a lagrimear.

Era tan linda. No importaba si estaba sucia. Ella era absolutamente hermosa. Y era mía. No aceptaría menos.

Comenzó a moverse más rápido y yo solté una maldición. Entonces abrió los ojos y desde abajo me miró. Se sintió tan real que abrí los ojos para comprobar si así era. Pero no, estaba solo. Con una mano en mi polla y el contenido vertido en el suelo.

Que desperdicio.

Algún día mi fantasía se haría realidad y ella no tendría mas remedio que enamorarse de mí. Entonces ese día podría permitirme ser feliz.

Hola mis aves madrugadoras. Aquí estamos de nuevo, escribiendo otro capítulo. Uffff . La cosa se está poniendo tensa, pero ya les había advertido sobre esto.

¿Cómo se sienten? ¿Confundidos? O ya saben quien es el asesino😬

Se que les prometí que lo subiría la semana que viene pero no aguanté.

De cualquier manera espero que lo disfruten...

Kisses and hugs🐽