Al día siguiente, Jake estuvo puntual al mediodía en el hospital. Estaba pálido y con ojeras, pero no le importaba, solo quería ver a Tom.
En la puerta del recinto, vio a un par de periodistas con sus camarógrafos, que lo vieron e inmediatamente fueron con él.
"Jake, ¿es verdad que Tom sufrió un accidente mientras trabajaba?", "¿Cómo se encuentra ahora?", "¿Vas a visitarlo?".
El peliazul escuchaba el torbellino de preguntas, pero no estaba concentrado para contestar nada, así que siguió de largo hasta que entró al hospital y los de seguridad detuvieron a los periodistas.
Se dirigió al mesón de atención y preguntó por las visitas a Cuidados Intensivos. Dio sus datos y los de Tom. La secretaria miró la pantalla y luego le lanzó una mirada de tristeza.
-Lo siento, él aún está en aislamiento y no puede recibir visitas. De verdad, lo siento. Si quiere, le podemos avisar mañana si es que mejora para que pueda venir a verlo.
A Jake se le llenaron los ojos de lágrimas, y asintió con la cabeza. La mujer anotó algo en la computadora. Él le agradeció la información y fue a sentarse.
Ahora sí necesitaba a alguien a su lado. Sacó su teléfono y tenía decenas de mensajes. Al parecer, la noticia de que Tom estaba en el hospital salió en televisión y casi todos los excompañeros del reality se pusieron en contacto con él.
Jake decidió hacer un mensaje de difusión para todos, y les explicó la situación.
Ashley fue la primera en llamarlo, así que salió al patio interior del recinto para contestarle. La chica le dijo palabras cariñosas y de aliento, pero él solo podía decir sí y gracias, mientras luchaba con el nudo que tenía en la garganta.
Al cortar, leyó el resto de mensajes de los demás y le alegró saber que estaban tan preocupados por su novio y por él. Sentía el cariño de todos.
-¿Jake?
La voz de Miriam lo sorprendió, pero al verla, se dirigió a sus brazos, donde se dejó derrumbar.
Ella lo consoló, aunque también derramó un par de lágrimas. A los pocos minutos llegó Aiden, quien se unió al abrazo.
-No puedo ver a Tom, todavía. No está lo suficientemente estable. Y, no sé... no sé qué haré si él... -dijo Jake, pero no pudo terminar la frase.
La mujer y el más joven lo acompañaron a su casa, evitando a los periodistas.
Se quedaron con él esa noche. Miriam preparó la comida, mientras Aiden le conversaba, intentaba animarlo o solo lo abrazaba, tal como Jake había hecho cuando él mismo estaba destrozado.
Al día siguiente, Jake se despertó muy temprano. No tenía casi fuerzas para levantarse o comer, pero se obligó a hacerlo. Mientras se servía un café, Aiden, que estaba durmiendo en el sillón, se despertó y Miriam llegó de la habitación de invitados.
Desayunaron en silencio, que fue roto por el teléfono de Jake.
Era del hospital.
El chico lo tomó temblando y contestó.
Miriam y Aiden lo miraron expectante, mientras el peliazul decía que sí, mientras los ojos se le llenaban de lágrimas. Finalmente agradeció y cortó la llamada.
Aiden y Miriam lo miraron expectantes.
-Está despierto, ya puedo ir a verlo -dijo Jake, sonriendo entre lágrimas.
Sus amigos lo abrazaron con alegría.
A mediodía en punto, Jake estaba nuevamente en la sala de espera, para poder ver a Tom.
Cuando lo hicieron pasar, tuvo una gran impresión al ver a su novio en una camilla, con varias vías en sus brazos, conectadas a sueros. A pesar de eso, se le veía bien. Estaba despierto y le sonrió.
-Tom, estaba tan preocupado -dijo Jake acercándose a él, y tomando con cuidado su mano, la que no tenía ninguna intravenosa.
-Lo siento -dijo el policía, pero el peliazul negó con la cabeza.
-No tienes que disculparte de nada. Dios, estoy tan feliz de que estés bien. Todos te mandan cariños, me han preguntado tanto por ti... te extraño, la casa se siente tan sola sin ti.
-Me recuperaré pronto, ya verás, y volveremos a estar juntos -dijo Tom, en voz baja. No podía esforzarse mucho, debido a la reciente operación, pero quería consolar a Jake como fuera.
-Te amo, te amo, te amo -repitió Jake mientras las lágrimas brotaban nuevamente de sus ojos-. Te vendré a visitar todos los días hasta que te recuperes.
-Nada me haría más feliz.
Jake se secó las lágrimas y le habló de los mensajes de sus excompañeros del reality, de la compañía que le hicieron Miriam y Aiden, de que Gabbs también lo extrañaba.
La hora de visita se pasó volando, pero, tal como lo prometió, Jake volvía todos los días.
Tom fue trasladado a la sala de recuperaciones y, luego de casi tres semanas, por fin lo dieron de alta.
En medio de esta situación, Jake tuvo que decidir sobre su participación en el programa, que comenzaría sus grabaciones el mes siguiente. Ya no estaba seguro, porque quería quedarse en casa cuidando a su novio, pero fue el mismo policía quien lo motivó a continuar.
El peliazul fue al canal y firmó el contrato, emocionado por la oportunidad y el apoyo.
-Tenemos que celebrar -dijo Tom cuando llegaron a casa desde el hospital-, por mi salida del hospital y por tu próximo debut en el programa.
-¿Estás seguro? No quiero que te fatigues demás.
-Amor, estuve acostado casi un mes, ya no puedo descansar más -bromeó el policía, que aún debía mantener reposo, pero podía caminar un poco.
-Está bien, llamaré a los demás.
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Espera un poco, un poquito más
FanficJake sale del reality y se da cuenta de lo solo que está. Los traumas del pasado, las traiciones y sus malas decisiones lo llevan a considerar una terrible decisión. Por otro lado, Aiden es acusado de infidelidad mientras lucha con un nuevo problem...