𝓢𝓮𝔁 𝓑𝓸𝓸𝓴~ [𝓣𝓞𝓡𝓓𝓣𝓞𝓜!]

Magic!

Esta historia no será en reino unido ni noruega, ni siquiera serán de hay Tord y Tom, estarán en el lugar de los monos chinos....

JAPÓN!!!

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Tord se encontraba caminando por el bosque, con una canasta en manos, quería buscar algún que otro fruto, pues en aquel bosque solían haber demasiados. Llevaba un yukata masculino color rojo, y un aori de un tono bordo.

Había oído que por esa zona había un kitsune, aunque él no creia mucho en esas cosas, y solamente las conocía porque su familia era muy creyente. Por eso los frutos!, le iban a hacer una ofrenda aquel zorro travieso que hace maldades pero que supuestamente, es bondadoso.

Por andar en sus pensamientos termino tropezando  y cayendo por un acantilado, quedó inconciente, pero vivo.

Por otro lado, Tom estaba planeando que hacer para molestar a aquel humano que entro a su bosque y se atrevió a robarle frutos, pero lo vio caer por aquel acantilado. En un inicio se resistió a ayudarlo pero después decidio que sería malo no hacerlo.

Bajo con cuidado examinando la situación, olfateó ligeramente al noruego y lo examino descubriendo que estaba vivo. Lo cargo en sus brazos, el joven pesaba mucho pero aún así pudo llevarlo a su guarida, para acomodarlo en la cama. 

Lamió suavemente sus heridas sanando las y de paso despertando al noruego que se alarmó al verlo, pero Tom lo dejo inconciente nuevamente, si se despertara sería un problema, pues el andaba en celo y que un humano con un aroma agradable estuviera hay era mala señal. Aunque mientras esté inconciente todo estaría mejor, ya que así no andaría tan descontrolado.

Tom se fue a buscar florecitas, y se las ponía al lado. Más por entretenimiento que por otra razón, el muchacho se veía lindo durmiendo, que por un momento estaba tentado a besarlo, pero sacudió la cabeza para no caer en la tentación.

Cuando fue y volvió tord estaba despierto y confundido, y entonces lo  vio.

Quien...quien eres? -dijo con su voz suave, en un tono bajo. La apariencia de aquel joven frente a el era encantadora y parecía atraerlo sin que quisiera.

Tom sabía que ya no había vuelta atrás, si era sincero, llevaba días cachondo  y estaba arto, estaba decidido ahora.

Tord noto entonces que aquel joven tenía orejas y cola de zorro blanco con algo de rosa rojizo en las puntas y cayó en cuenta, era un katsune, se sentía impactado, creyó que eran solo un mito inexistente.

Hola, veo que despertaste, me llamo Tom. Te caíste de un acantilado y te rescate, porque eras muy bonito -tom se acerca lentamente, sus mejillas sonrojadas por el calor.

Tord se iba alejando a medida que se acercaba, no tenía palabras para lo que veía ahora mismo.

Tom sabía que debia convencerlo de una u otra forma.

No huyas...eres el elegido...el elegido para ser el padre de mí hijo -tom sonríe.

El que-?! -tord se alarma al oírlo.

No todos los humanos tienen la suerte de estar con un kitsune, y los que se topan uno tienen mucha suerte, te ves saludable y según vi eres amable, aunque no creías que mí especie existía. Se ve que estás preparado para esto -tom se sienta en su regazo.