Capítulo 23. "Preparando un viaje incomodo e interesado" Parte 1

121 33 2
                                    


Clara.

Casa de Mark y Clara Goodman, Pasadena, California, Octubre de 2024.

-" ¿Estás seguro de que quieres irte un año a estudiar a los talleres tecnológicos de la fundación Osman?"- le pregunté por enésima vez a mi hijo.

Y por enésima vez, mi hijo sólo asintió, sin apenas mirarme, mientras continuaba liado con su ordenador, haciendo, vete tú a saber qué, pensando que eso, era una respuesta suficiente, exacta y precisa, que era lo único que yo necesitaba saber.

Este es el gran problema que yo, como muchas madres y padres de un niño con las capacidades de Mark, teníamos a la hora de enfrentar, la mente, y las acciones, incomprensibles para nosotros, de nuestros hijos, ya que no estábamos tan preparados como teníamos que estarlo, nada te prepara para ello.

Pero la verdadera intención en esa pregunta, que yo le hacía insistentemente, no era tanto por intentar comprenderlo, y no suponerle un cambio drástico en su rutina programada, sino más bien, era buscar alguna excusa que me ayudara a romper el contrato, o por lo menos, limitarlo en tiempo, o a con condiciones, y así evitar así, tener que irme a Turquía por un año.

La cuestión era que, no me había sentido cómoda teniendo que firmar el contrato de forma apresurada, a mi entender, el mismo día que hicimos la entrevista. Había leído muy en profundidad el contrato antes de firmarlo, y aunque había cláusulas respetan tanto mi trabajo, libertad y decisiones, como que el señor Osman no se encontraba con una arquitecta que lo dejara tirado en medio de un proyecto, cosa que desde luego no pensaba hacer.

Pero la inquietud ahí estaba, haber conocido al señor Osman, por alguna extraña razón, me hacía sentir extraña, alerta. La mirada fría e intensa de ese hombre era desconcertante, comenzaba en una sensación de peligroso, y pasaba por muchas otras emociones, que yo desconocía, y no sabía ni explicar, ni gestionar, pero que, desde luego, mi primera reacción ante lo que me hacía sentir, era huir.

Por muy atrayente que fuera el proyecto, sinceramente un maldito sueño, para cualquier compañero de mi profesión, esas sensaciones, unido al instinto paranoico que me decía que Azize Osman no era un ser fácil de tratar, era algo que no paraba de rondarme la cabeza, En realidad el magnate turco, no había hecho nada que justificar esta paranoilla, quizás contribuyó a ello el me investigara para conocerme mejor, cosa que quedó patente cuando me preguntó si debía llamarme Goodman, usando mi nombre real, no el profesional.

Mi verdadero nombre es algo que muy pocas personas en mi trabajo conocen, sólo si investigan en mi vida privada, puedes descubrirlo, que él lo hubiera hecho, y que me lo hubiera hecho ver, como para dejar claro que no hay nada que se le escapara, que quisiera, o no pudiera obtener. Esa actitud me molestó, me enfadó, sólo mi profesionalidad, y la salida de tono, justificada, de Morgana hacía el señor Sezer, me ayudó a que ese carácter oscuro que pocos conocían de mí, sólo mi familia, y amigos íntimos, saliera a la luz.

Sorprendentemente, entre las emociones que ese desconocido cliente despertaba en mí, una de ellas, era la ira, lo que dejaba más que claro lo paranoica que estaba, y porque ahora estaba casi presionando a mi hijo, para que me dijera que no quería viajar a Turquía.

-" Mami, ¿por qué me preguntas siempre lo mismos? Crees que después de tantas veces, te voy a decir que no, sabes que ahora mismo, tanto Grace como Kendall, están muertos de envidia de que yo asista, y ellos no puedan, a los talleres de la Fundación Osman. Me encantaría que ellos fueran ¿Puedes pedirle al señor Osman una beca para mis dos mejores amigos?, así no iría sólo, lo he pensado todo, podrían quedarse con nosotros durante ese año, en a la enorme casa que el grupo Osman nos ha cedido para que vivamos, mientras trabajas para ellos, ¿No crees mamá? Seguro que los padres de mis amigos, si saben que tú estás con ellos, estarían de acuerdo, y yo..."- tuve que interrumpí antes que mi hijo, le comprara los billetes para sus amigos, y comenzara a gestionar que harían cuando llegara a las instalaciones de la fundación Osman.

Papá, cásate con mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora