Los mellizos Han, Jisung y Hyunjin, son chicos nacientes de Busan, de una madre soltera y con el estricto trabajo de belleza y modelaje. Sin tener una niña en su familia, la señora Han decide que es buena idea criar a sus hijos de la forma más femen...
Jisung no tenía palabras para lo bien que se sentía.
Había llevado a Minho a las 10 am a su hogar, dónde ambos solo querían pasar tiempo solo.
Pero no espero estar de espalda dejando que Lee Minho lo penetraba mientras veía su reflejo.
No es que estuvieran en esa misma posición, estuvo boca arriba, logro montarlo y ahora estaba de espalda con una almohada cerca de su rostro y con una vista perfecta al espejo.
—Eres tan lindo... Que cada vez que gimoteas tus ojos se ponen más grandes —Minho dejo de moverse para sacar su miembro y quitar el condón que estaba a un paso de romperse, le hizo un nudo y lo puso en su empaque que (por casualidad) estaba en la cama.
—¿Tienes más condones, cariño? Ese era el último —Minho susurró con suavidad mientras daba una palmada al glúteo derecho de Jisung. Cuál permanecía de espalda, con su cintura elevada y su pecho pegado a la colcha.
—No compro eso ¿Seguro que no tienes más? —jisung murmuró descansando sus codos, con su rostro en la almohada blanca. —No ese era el último y ya lo llene —Minho se sentía levemente decepcionado, teniendo el cuerpo desnudo de Jisung aún en la posición, con su entrada rojiza y aún palpitante por las rondas
—podremos hacerlo sin uno... Solo por esta vez —murmuró Jisung, mirando a Minho a través del espejo. Los ojos del mayor se oscurecieron,con esa característica sonrisa que demostraba que hizo o iba a hacer una travesura.
—Vamos a hacerlo mientras aún estoy caliente —Minho volvió en la posición inicial, lamiendo dos de sus dedos para introducirlos en la entrada de Ji, quien no dudo en gemir por su sensibilidad, con sus orgasmos recientes y con la vergüenza de mirarse en el espejo.
Minho no lo hacía por maldad, era consciente que el condón se encontraba un poco lubricado y no era tan difícil de entrar, pero iba a ser su primera vez sin ello.
No iba a negar que estaba emocionado, se sentía tan emocionado que quiso que Jisung lo sintiera tan placentero como él.
Así que tomo la oscura cabellera de Han y dejo que su mirada estuviera en el espejo.
La intromisión empezó y ambos chicos no duraron en gemir con satisfacción.
La sensación con latex era otra, pero si latex... Era una cosa mayor, la entrada era aún más cálida y con una sensación más estrecha.
Minho sabía que su pene fue echo para complacer a esa masa pervertida y adorable.
Por el lado de Jisung, gimió con fuerza abriendo sus ojos y alzando su cuerpo algo tembloroso. Con sus labios abiertos y con el nombre de Minho siendo murmurados en él a medida que entraba lo más profundo que podía.
—Hagamos esto más seguido —Jisung asintió perdido en el placer, doblando sus ojos hacia atrás cuando las embestidas empezaron.
Eran tan fuertes y maravillosa que los gemidos que intento ocultar eran audibles y agudos.
—¿Quieres que nos descubran? Ssssh —siseo Minho apretando el suave cabello de Ji quien mordió la almohada en sumisión. Movió su cuerpo contra la pelvis del mayor, bajando su mirada del espejo, sosteniendo su peso con sus manos para comenzar a autopenetrarse.
Minho lo dejo, totalmente hipnotizado al verlo darse placer, suplicando por ser usado un poco más.
Ellos no eran masoquistas, a pesar de la pareja de al lado, dónde se escuchaba los golpes y los gritos.
Pero, él sabía que estaba disfrutando, porque no era necesario darle una bofetada, Jisung mostraba su placer a cada expresión. Amaba que minho apretara su cuello, amaba que lo penetrara en cada posición. No era los golpes, era lo posesivo y brusco que era, con eso era totalmente suficiente.
Jisung quería gritar cuando su punto fue tocado una vez más, pero Jisung lo recosti para ser un buen soporte con las penetraciones. Sus pieles chocaban de forma sonora, Jisung soltaba uno que otro quejido por su próstata maltratada de varias rondas y su erección solo se sentía tan sensible que no era del todo necesario masturbarse para venirse.
—Dejame venirme, amor... Déjame venirme por favor —jisung lloriqueo apretando la almohada con su rostro lleno de lágrimas por las embestidas rudas a su punto.
—No te estoy deteniendo, bonito —Minho se burló—. Pero, hazlo cariño correte para mí.
Y parecían palabras mágicas, Jisung al tenerla autorización de Minho, dejo salir un gemido largo a medida que su orgasmo chocaba su cuerpo dejando salir su esencia sobre la sábana con sus ojos en blanco y con su boca abierta con el gemido que se volvía mudo.
Minho se aseguro que las últimas embestidas fueran las más complacientes y cuando logro venirse en su interior, Jisung se sintió en las nubes al ser llenado totalmente, sin vergüenza alguna, sin pudor, gimió.
Su gemido mostró el rico sentimiento que sentía al ser llenado y Minho pudo cumplir su meta de llenarlo, porque su entrada lo apretaba tan perfectamente.
—Queria que fuera una última ronda. Pero esto no se va a quedar así —Jisung quería escapar, pero Minho lo detuvo, dejando un beso en mejilla, dando una fuerte embestidas en la sensible entrada de Ji, quien se quejo con el nombre de su "chico" en medio de todo.
Jisung tenía un largo día, pero era imposible, se volvió adicto a Lee Minho.
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No diré nada, solo se que estaria mejor, pero ahí ahí
