QUINCE: 2024 - PARTE 5

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- Alias "Semis y final de la Copa América".

- Jugadores con los que está EnzoF: Julián Álvarez, Exequiel Palacios, Lucas Martínez Quarta y Enzo Pérez.

- Tags: foursome!!! y mucho, mucho amor y sentimientos, capítulo final.



Por suerte, esa segunda vuelta con Canadá no la tuvo que sufrir tanto como pasó con Ecuador. Y Julián había hecho otro partido de semifinal para el recuerdo. Enzo no tuvo ninguna duda de dónde y cómo terminaría esa noche.

Después de los festejos, Julián apareció por su habitación. Enzo lo esperó con la camiseta número nueve puesta, atada a la altura de la cintura y completamente listo para ir al grano.

Julián no terminó de decir su típico hola, rey que ya lo estaba arrastrando de la cintura a la superficie más cercana, en este caso fue la mesa de la habitación. El cordobés lo sentó ahí, le separó las piernas, retiró el juguete y se deslizó en su interior sin más vueltas, porque ya venía duro de donde sea que venía.

—¿Anduviste cariñoso con alguien más? —preguntó Enzo alrededor de un jadeo, rodeando la nuca de Julián y usando su otra mano para sostenerse del borde de la mesa cuando el cordobés lo empezó a embestir de manera seca y violenta.

—Sí, con tu marido que me vino a felicitar —contestó Julián entre dientes, apretando los labios y llenando la habitación con el ruido del traqueteo de la mesa contra la pared.

Enzo soltó una carcajada mezclada con un gemido y siguió jadeando con cada embestida de Julián. El cordobés paró un momento para deshacerse de su remera con un gesto de molestia, tirándola al piso y agarrando a Enzo de los muslos para ponerlos en sus hombros. Eso lo hizo llegar más profundo en él y Enzo soltó un hilo de gimoteos mientras se movía contra él.

A Julián ya se le habían enrojecido los pómulos y tenía todos los rulitos húmedos y revueltos en su frente transpirada. Era una imagen bastante angelical si ignoraba el hecho de que le estaba reventado la próstata con cada estocada. Su gesto de placer era precioso y muy pocas veces se perdía tanto al punto de no controlar cada uno de sus movimientos. Julián era preciso y controlado en todo sentido, así que verlo así de errático era prácticamente un milagro.

Bajó un poco el ritmo y alargó más sus embestidas, mirando como un pajero justo donde su pija estiraba a Enzo. Se pasó la lengua por los labios y tocó la unión de sus cuerpos, mojando sus dedos con el lubricante para después subir hacia su saco y masajearlo con suavidad.

—Mm —suspiró Enzo, mordiéndose el labio y abriendo un poco las piernas para meter su mano entre ellas. Trató de tocarse, pero Julián se lo impidió con un manotazo.

—Salí, yo no te dije que te podías tocar —dijo el cordobés. Miró a Enzo fijamente para asegurarse de que lo iba a obedecer, así que cuando quiso tratar de tocarse de nuevo, lo agarró de la muñeca y la llevó a la mesa, reteniéndola ahí—. No me gustan las putitas desobedientes.

Enzo se mordió el labio y llevó su otra mano a su pija. Se empezó a tocar con una mirada desafiante y cargada de placer. Julián levantó las cejas como diciendo ah, ¿sí? y salió de su interior, dejándolo con una sensación de vacío.

—No, vení —gimió Enzo, separando más las piernas para rozar su entrada usada y mojada de lubricante.

—No, vení vos —dijo Julián, caminando hacia atrás en dirección a la cama y con su mano acariciando su pija dura y enrojecida.

Enzo se bajó de la mesa de un saltito y caminó con decisión hacia él. En el último paso, empujó a Julián a la cama y este se arrastró hasta el medio de la misma mientras Enzo lo acechaba. Julián se mordió el labio cuando una mano rodeó su garganta y otra lo guió a ese calor infernal de nuevo.

mi nombre es jeremías » enzof/enzopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora