SIETE: 2022 - PARTE 1

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- Jugadores con los que está EnzoF: Enzo Pérez y Julián Alvarez.

- Tags: heavy angst, hurt/comfort/, mención de un abuso.

- Advertencia adicional: La escena de abuso empieza en "La primera agresión..." y pueden retomar la lectura en "No supo en qué momento se largó a llorar...".


La cabeza de Enzo era un desastre. Entre los días de resaca por las fiestas y el hecho de que no paraba de pensar en la situación con Enzo Pérez, no quería saber más nada con el mundo y la vida en general. Así que de un día para otro decidió irse unos días a veranear a la Costa y desaparecer de sus redes por tiempo indeterminado hasta que su mente estuviera más clara.

Se divirtió en boliches con completos desconocidos, pasó noches con chabones que no tenían nada que ver con su trabajo, disfrutó del sol y de la playa, de la temporada alta de Mardel, de estar solo sin pensar en complacer a nadie más que a él mismo.

Hablaba un poco con Julián, porque eso era lo que hacía antes con Enzo Pérez, así que ahora era el cordobés el que ocupaba ese lugar. Como nunca había contestado ese último mensaje de Año Nuevo, no le daba el cuero para hablarle e incluso había archivado su chat para no caer tan bajo como escribirle cuando estaba en pedo y a punto de coger con un turista. Enzo no la quería seguir cagando más de lo que ya lo había hecho.

Así que Julián era su nuevo espacio seguro, a quien recurría cuando algo le parecía lo suficientemente interesante como para mandar una foto o un mensaje random del tema. En el medio de todo ese lío, también le mandaba nudes y fotos provocadoeas para no perder la costumbre, y Julián le agradecía con emojis y buenas propinas.

Pasó su cumpleaños en Mardel al mejor estilo que conocía: poniéndose en pedo y cogiendo con cualquier tipo que le decía un piropo y estaba bueno. Era un alivio no pensar en la guita, las tarifas, qué podían hacerle y qué no, porque nada de eso importaba. Jeremías se había quedado en casa, esto era todo de Enzo.

Podía decir que la había pasado bien. Se divirtió, hizo lo que quiso y no dejó nada pendiente por hacer.

En el micro volviendo para Capital, Enzo se enteró de que Julián era nuevo jugador del Manchester City. Lo anunció River ese mismo día desde su página oficial y la noticia le cayó como un baldazo de agua fría. Le escribió al cordobés para felicitarlo y decirle que era un gran paso en su carrera. Julián le agradeció y le explicó con pocas palabras que hasta julio lo iba a tener que seguir atendiendo. Eso le robó una carcajada a Enzo y le contestó que por eso no había ningún problema.

Enzo se moría por preguntarle si era una decisión que había tomado de manera drástica o la había estado considerando desde hace tiempo. Julián le había comentado de pasada que las cosas no estaban bien después de los desencuentros con su capitán, pero no le había dado ningún tipo de detalle al respecto. Sí le terminó de confirmar que desde ese día que lo solicitó no habían vuelto a coger. El alivio que sintió Enzo fue inconmensurable y abrumador. Ni siquiera quería pensar por qué lo ponía tan feliz una cosa así cuando no era asunto suyo bajo ningún aspecto de vista.

Nunca se animó a preguntar, así que las cosas volvieron a la rutina de siempre. Enzo reapareció en sus redes con nuevo contenido y sus seguidores parecieron ponerse contentos porque le llegaron varios pagos a pocos minutos de subir un video y un par de fotos a Instagram mostrando los tatuajes que se había hecho en la Costa y, por supuesto, eran todas fotos beboteando.

Todo se fue absolutamente a la mierda para el Superclásico de marzo, el cual River perdió por la mínima. Enzo no podía creer el error que habían cometido para regalarle ese gol espantoso al impresentable de Villa. Se quedó mirando el televisor con las manos en la cara, totalmente quieto y anonadado, mirando cómo los bosteros festejaban el gol en la cancha de su eterno rival.

mi nombre es jeremías » enzof/enzopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora