"Me gustaría mirar todo de lejos pero contigo".
-Mario BenedettiAnoche fue una de las mejores noches de mi vida. Al despertarme, sentí el peso de la mano de Brad en mi abdomen, y eso me hizo sonreír aún más.
Si antes estaba enamorada de él, después de anoche estoy completamente y locamente enamorada. No podía imaginar la sorpresa que tenía preparada para mí. El video en esa gran pantalla, donde reveló a sus fans quién es realmente, me dejó sin aliento. Y esa canción... ¡No puedo sacármela de la cabeza!
Mientras me mordía el labio y esbozaba una pequeña sonrisa, decidí quitar su mano de mi abdomen y levantarme para ir a la ducha. Pero al escuchar la voz adormilada y pícara de él, me detuve.
-¿Me puedes invitar a bañarme contigo? -me dijo con esa sonrisa traviesa que tanto me encanta.
-Si te quedas allí acostado, perderás la invitación -le respondí mientras me quitaba la camiseta.
La manera en que lo hice pareció descontrolarlo por completo, y eso me encantó. Se levantó rápidamente y me empujó hacia el baño.
-Esta invitación no me la pierdo, ni que tenga que ir al concierto de Bruno Mars -susurró
Reí ante su comentario.
-Lo siento, yo sí me la perdería -le respondí con un guiño.
Arqueó una ceja mientras se quitaba su camiseta, revelando sus músculos bien trabajados y esa V marcada en su abdomen que siempre me deja sin palabras.
-¿Te vas a quedar mirándome, o...?
Sin pensarlo dos veces, me abalancé sobre él y juntamos nuestros labios en un beso apasionado. Pero fue él quien me detuvo justo cuando mi mano empezaba a descender hacia su abdomen.
-Ey, ey -me dijo con un tono divertido-. Quiero que me acompañes a un lugar hoy.
Fruncí el ceño al separarme un poco de él.
-¿Hoy? ¿Es otra sorpresa? -pregunté con curiosidad.
Él sonrió mientras me tomaba de la cintura y con un movimiento rápido quitó mi sujetador que anoche no tuvimos tiempo de quitar.
-No... Pero quiero que te quedes quieta mientras te enjabono -me guiñó el ojo, haciendo que una risa involuntaria escapara de mis labios.
*
-Brad... -murmuré por quinta vez. Mientras avanzábamos en el auto, mi paciencia comenzaba a agotarse. No tenía idea de a dónde me llevaría; solo sabía que llevábamos dos horas de viaje y ya mi trasero estaba comenzando a doler.
-Ya, calma, Curie, no seas chismosa -me dijo con una sonrisa burlona que me hizo querer quitarle esa expresión de su rostro.
A través de la ventana, observaba cómo las calles se sucedían, llenas de árboles y casas con jardines cuidados. La curiosidad me comía por dentro, pero él se negaba a darme pistas sobre a quién íbamos a visitar.
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Una Melodía©
Teen FictionKimberly Curie es una chica francesa, talentosa bailarina y estudiante de medicina que busca su lugar en la vida. En su primer día trabajando en un bar, se siente atrapada por una melodía hipnotizante que emana del piano. Allí conoce a Brad, un pian...