preocupación de una familia

133 31 5
                                    

En la mansión de la familia Hestia, un aire de tensión llenaba la habitación. Los integrantes, amigos de Bell, estaban reunidos en un círculo, todos con expresiones de preocupación en sus rostros. Welf, Lili, Mikoto, Haruhime, Hestia e incluso Syr se encontraban allí, todos por una sola razón.

—Bien, gracias por asistir... —inició Hestia, su voz grave rompiendo el silencio. —Como saben, Bell ha cambiado mucho, y como su diosa y como alguien a quien considero mi propio hijo, eso me preocupa profundamente. ¿Alguien sabe la razón detrás de esto?

Normalmente relajada y, a veces, un poco torpe, la diosa Hestia mostraba un inusual tono serio que pesaba en el ambiente. Syr, recordando lo que había presenciado, se sintió incómoda, sabiendo que había compartido información que había llevado a Bell a un camino oscuro.

—Todo empezó desde que me secuestraron... —añadió Haruhime, su voz temblando ligeramente. —Antes de eso, Bell era el de siempre.

Hestia la miró con atención y luego dirigió su mirada hacia Syr.

—Sabemos que fuiste tú quien mandó a secuestrar a Haruhime. Estás disculpada al saber tus razones, pero... ¿sabes algo más? Es raro que Bell se haya vuelto así solo por explorar la mazmorras que ya ha recorrido cientos de veces.

Syr negó con la cabeza, sintiendo el peso de la culpa sobre sus hombros. Pero luego, de repente, un recuerdo le llegó a la mente, uno que había mantenido oculto.

—Espera... —dijo, su voz vacilante—. ¿Recuerdan el grimorio que le di a Bell?.

Todos se giraron hacia ella, la curiosidad y la preocupación reflejándose en sus rostros.

—¿el grimorio? —preguntó Welf, frunciendo el ceño. —¿Qué tiene que ver eso con su cambio?

Syr se aclaró la garganta, tratando de organizar sus pensamientos.

—Era un grimorio antiguo que allen encontro en la mazmora. Le dije que le daría poder, pero... no sabía que también podía influir en su mente. Desde que lo tomó, he notado que ha estado más distante, más enfocado en la venganza.

—¿Venganza? —interrumpió Lili, sus ojos mirandola—. ¿Contra la familia Loki?

—Sí, eso parece. —respondió Syr, sintiendo que el remordimiento la invadía. —No creo que el grimorio solo le haya dado poder; también ha alterado su forma de pensar.

Hestia se llevó una mano a la frente, preocupada.

—Esto es más grave de lo que pensé. Tenemos que ayudarlo... ¡y rápido!

Mikoto, que había estado en silencio, finalmente habló.

—Si el grimorio está afectando su mente, necesitamos encontrar la manera de deshacernos de él. No podemos permitir que Bell se convierta en aquello que siempre ha despreciado.

—¿Cómo lo haremos? —preguntó Haruhime, su voz llena de angustia. —Si está tan obsesionado con la venganza, no será fácil hacerlo entrar en razón.

Welf se cruzó de brazos, pensativo, intentando encontrar una luz en medio de la oscuridad.

—Quizás al ya no existir la familia Loki... ¿él se calme? —sugirió, tratando de ser positivo, pero Syr negó con la cabeza.

—Puede que sea así ahora, pero si prestan atención, primero fueron mis ejecutivos. Si no fuera por Haruhime, ellos estarían muertos, y estoy segura de que yo también. Es casi lo mismo. El capitán de la familia Loki amenazó la integridad de Haruhime y de todos los aquí presentes. Puede que solo actúe así cuando amenazan a alguien que ama.

¿esta mal querer ser el padre de un bebe? (cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora