Confío en ti

258 33 1
                                    

–Hola, mæ̀¿como les fue?– preguntó Yoko mientras contestaba el teléfono celular que sonaba.

–Estuvo bien– respondió su madre –llevó a June al parque y ahora se están despidiendo. No vi que le diera nada de comer, así que haremos una parada en un McDonald's o algo así camino a casa–.

–¿No llevó comida?– preguntó la omega con un poco de incredulidad en su voz –¿Llevo alguna bebida? ¿Agua o incluso refresco?–.

Si madre suspiró –No lo vi. Pero June esta corriendo hacia mi, así que te llamaré más tarde ¿De acuerdo?–.

–Esta bien, mæ̀– Yoko sonrió cuando escuchó la voz emocionada de su hija al otro lado del teléfono –Dile a June que la amo–.

–¡Lo haré! Adiós, lûuk.–

–Adiós, mæ̀–

Yoko dejó el teléfono sobre la mesa del comedor. Desde que su ex y padre de su hija regresó a su vida, ha estado exigiendo cada vez más tiempo con June. La niña se sorprendió al principio de que su padre quisiera conocerla y llevarla a pasear, pero pronto superó la sorpresa y se emocionó con la perspectiva de que su padre quisiera pasar tiempo con ella.

Al principio, Yoko no permitía que Folk llevara a June a pasear. Sus citas para jugar se organizaban solo en el apartamento de Yoko. Después de algunas visitas, Yoko le dio el visto bueno para que la sacara a pasear, pero solo con alguien que los supervisara. Folk aceptó de mala gana y se quejaba cada vez que la madre de Yoko los seguía por todas partes. Solo llevaba a la niña al parque y de regreso, pero June apreciaba estar con él incluso si era solo por dos horas.

La omega miró su reloj y puso los ojos en blanco. En ese momento estaba sentada en el apartamento de Faye esperando que la alfa saliera del baño. Con una pierna cruzada sobre la otra gritó:–¡Apúrate!–.

–¡Ya voy!– respondió de inmediato Faye justo antes de que finalmente saliera del baño. Su aparición hizo que la omega resoplará y se echará a reír histéricamente. Faye le frunció el ceño y puso los ojos en blanco –Deja de reírte–.

–¡No puedo evitarlo!– Yoko se rió más fuerte.

Faye puso los ojos en blanco ante el dramatismo de la omega y se volteo hacia la cocina. Tomó nota mental de repudiar a Ice y causar una controversia dejando de seguir a la omega en Instagram. Yoko simplemente siguió riendo mientras procedía a tomar algunas de las fotos de la alfa para mandárselas a Marissa.

Unas semanas después de Enero, el horario de trabajo de Ice comenzó a despejarse, por lo que invitó a Marissa a salir como había planeado hacerlo en octubre cuando se conocieron. Faye le había contado a su mejor amiga sobre la apuesta que tenía con Yoko sobre lo que pasaría en su cita y, en lugar de ayudar a su mejor amiga a ganar la apuesta, Ice dejó deliberadamente a la omega más joven en su propia casa y perdió la apuesta por Faye.

Faye, que murmuraba entre dientes, se vistió de pies a cabeza como un payaso en su propia cocina a pedido de Yoko y comenzó a cocinar para la omega. Faye se arremangó las mangas de su ridícula camisa de payaso con volantes mientras comenzaba a preparar el platillo desde cero.

–Recuerdame llamar a P'Ice y decirle que ya no es mi amiga – dijo Faye.

Yoko se rió desde su lugar en la mesa del comedor y decidió sentarse, relajarse y observar a Faye hacer todo el trabajo. En realidad tenía bastante curiosidad por la técnica de cocina de Faye. Recuerda probarla durante su celo pero realmente no recuerda el sabor perfectamente así que esta vez quiere apreciar bien cada sabor ya que la alfa dice que es muy buena cocinera.

El teléfono de Yoko sonó antes de terminar de preparar la comida . Ella contestó rápidamente y sonrió ampliamente al oír la voz de su hija. Parecía especialmente emocionada cuando gritó –¡Hola, Mæ̀!– por el teléfono.

Cambios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora