Cambios

La rutina de una alfa

–¡Corten!– gritó frustrado el director a las dos actrices que estaban en el set. El equipo de producción hizo una mueca de dolor ante su tono antes de salir corriendo para intentar parecer ocupados o preparar todo para otra toma.

Faye gimió mientras se sentaba en la cama y enfadada balanceaba sus piernas de un lado para otro. Ella era la razón por la que habían tenido que hacer dice tomas de esta escena. La escena era simple, besar a la omega que previamente había rescatado de una horda de zombies. Bastante simple, ¿Verdad? Incorrecto. Cada vez que Faye la besaba, su estómago burbujeaba con bilis, sus ojos se dilataban de ira y su rostro se arrugaba con disgusto.

A Faye le resultaba confuso no poder superar esta escena. La molestaba tanto que su compañera de escena podía oler la tensión qué emanaba de ella. Hubo un extraño aumento de feromonas provenientes de la alfa, pero la omega lo ignoró al principio. Ahora, sin embargo, estaba empezando a preocuparse de que algo realmente estuviera mal con la alfa (sin mencionar que estaba un poco ofendida por la expresión de disgusto en el rostro de Faye).

–¿Que pasa?– preguntó Noom mientras se sentaba junto a Faye en la cama.

–No lo sé– Faye se encogió de hombros mientras un ayudante de escena les pasaba un vaso de agua a cada una –Lo siento, sigo cometiendo errores–.

–Esta bien– se rió Noom –Creo que sé porque no puedes besarme sin que parezca que estas a punto de vomitar–.

–Iluminame–.

Noom se inclinó y olió la marca de apareamiento en el cuello de Faye, que estaba cubierta por una gran dosis de maquillaje –Estas cayendo en una rutina– respondió simplemente.

–¿Qué?– Faye giró la cabeza hacia la omega tan rápido que casi le dio un cabezazo –No. Nunca he estado en una rutina antes–.

–Esto– Noom hizo un gesto con la mano en dirección a Faye –Huele a rutina ¿Cuánto tiempo llevas separada de tu compañera?–.

–Un mes–.

Noom colocó una mano tranquilizadora sobre el hombro de la alfa –Creo que estas cayendo en una rutina. Deberías llamarla e intentar que venga aquí. Tómate unos días libres y simplemente disfrutalo–.

–Lo dices con un tono muy romántico– se rió Faye.

La omega se rió entre dientes cuando el director les ordenó que volvieran a sus posiciones. Faye suspiro mientras una vez más tenía que concentrarse en la actuación e ignorar los pensamientos que corrían desenfrenados por su cabeza.

Faye había comenzado a filmar la película de apocalipsis zombie tan pronto como regresó de Hong Kong. Al principio no fue difícil estar lejos de Yoko, ya que filmaron principalmente en Bangkok, pero tan pronto como se mudaron a Chiang Rai para comenzar a filmar en el lugar fue cuando la ansiedad por la separación de Faye aumentó.

Junio había llegado demasiado rápido para la pareja y antes de que se dieran cuenta del tiempo que había pasado, Yoko y June estaban despidiendo a Faye en el aeropuerto. June pudo haber llorado ante la partida de Faye, pero la alfa se aseguró de recordarle qué volvería antes de que se diera cuenta. Como June estaba oficialmente de vacaciones de verano, su hora de acostarse era dos horas más tarde de lo habitual, lo que significaba que las llamadas telefónicas un poco demasiado tarde de Faye después de un largo día de filmación le permitieron hablar tanto con la omega como con su hija.

Pero las llamadas telefónicas no eran suficientes para la alfa. Sabía vagamente lo que les sucede a los alfas y omegas cuando están separados de sus compañeros durante demasiado tiempo, pero no es algo que pudiera controlar. Desafortunadamente, tuvo que aceptarlo y hacer lo que le habían pagado millones de baths por hacer. Pero estaba fallando horriblemente.