Cambios

Algunas cosas son más importantes

–¿Estas nerviosa?–.

–¿Por qué estaría nerviosa?–.

–Tu tobillo, el hecho de que no has actuado desde octubre, los titulares de los artículos de Internet y los clickbaits de X qué te han estado siguiendo toda la semana ¿Necesito continuar?–.

Faye puso los ojos en blanco y miró a su mejor amiga, y se concentro en observar la actuación del artista en el escenario. Ice solo se rió detrás de su mano, le dio una palmada en el hombro juguetonamente y también giró la cabeza hacia el escenario.

Desde hace una semana que esos pocos paparazzi tomaron fotografías de Faye, Yoko y June en el restaurante, la prensa tailandesa se puso a hablar de la alfa y su misteriosa nueva familia. Nadie sabía nada sobre la omega ni sobre su hija, lo que provocó que todos los periodistas mediocres, o aquellos que esperaban ganar dinero fácil y rápido, hicieran todo lo posible por descubrir algo interesante sobre ellas.

Esto le dio a Yoko más publicidad para su nueva línea de ropa, pero también invadió su privacidad, algo que mantenía cerca de su corazón. La gente comenzó a acercarse a la omega en la calle para pedirle una selfie o para hacerle preguntas disimuladamente sobre su relación con la alfa. Al final, Yoko solo salía de su apartamento con una mascarilla que le cubría la cara y una de las gorras de béisbol de Faye. Le aterrorizaba que alguien descubrirá donde vivía, así que cada vez que pensaba que la estaban siguiendo, hacia giros estúpidos por todo Bangkok para despistarlos.

Los periodistas pensaron que Yoko acompañaría a Faye a la entrega de premios local en Bangkok, pero se sorprendieron al ver a Ice del brazo de la alfa. Las preguntas candentes se dejaron de lado mientras las dos caminaban juntas por la alfombra roja con sonrisas que cubrían la mitad de sus rostros. Una vez más, Faye los sorprendió a todos y puso en duda la validez de los rumores que rodeaban a la alfa y a la madre soltera.

Las cámaras y los teléfonos de los fans se fijaron en ella y Ice para detectar cualquier animosidad entre ellas. No obtuvieron nada más que risas, sonrisas y charlas animadas. Algunas personas se sintieron aliviadas, algunas otras estaban confundidas y un puñado estaban furiosas porque no había una historia de odio burbujeante o celos que pudieran explotar. En cambio, tanto la alfa como la omega disfrutaron de la compañía de la otra e ignoraron todas las miradas fijas en ellas.

Aproximadamente una hora después de que comenzará la premiación, sonó el teléfono de Faye. Casi se hubiera perdido la llamada si no fuera por la audición felina de Ice. La omega le dio un golpecito en las mejillas a su amiga hasta que logró llamar su atención. Un simple murmullo en el oído de la alfa hizo que Faye sacara rápidamente su teléfono del bolsillo y comprobará quien llamaba.

–Yoko, un segundo– dijo Faye mientras respondía. La alfa se lanzó al baño más cercano y se dirigió a un cubículo. Tan pronto como cerró la tapa de golpe, se colocó el teléfono sobre la oreja una vez más –¿Que pasa?–.

–P'Faye... –El corazón de la alfa se le subió a la garganta cuando escuchó a la omega decir su nombre. La voz de Yoko estaba a punto de quebrarse y no hizo más que aterrorizar a la alfa.

–Oye, ¿Qué pasa?– Faye intento sonar lo más tranquilizadora posible para calmar a Yoko.

–Folk debería haber estado aquí hace tres horas para recoger a June–escupió Yoko con amargura –No responde mis mensajes ni a mis llamadas. P'Faye, no sé que hacer. June está sentada ahí afuera completamente vestida esperándolo. Yo solo... Quiero decir... No puedo... –

–Oye, escucha, ella te necesita ahora mismo para que seas fuerte por ella. Ve a la sala y siéntate con ella. Pon su película favorita y tráele algo para comer. Si ese imbécil llega, dile que se vaya a la mierda porque perdió su oportunidad–.