Soy David, un joven de 25 años, trabajo en la recepción de un hotel y vivo en un apartamento en pleno centro de Madrid con mi hermana.
Cuando no estoy trabajando, lo que más me gusta hacer es pintar, es mi manera de expresar mis emociones.
-¡Levanta o llegarás tarde al trabajo de nuevo! Parezco tu madre y soy tu hermana pequeña -exclamó Marta, sacándome de mis pensamientos.
Marta tiene 21 años y aún va a la universidad, estudia Derecho.
Es mi persona favorita, siempre ha estado ahí para mí desde que éramos pequeños y cuando murió mi padre y mi madre se fue a Londres con su novio decidí acogerla en mi apartamento.-Ya voy mamá -respondí de manera irónica.
Me levanté de la cama y me fui a la ducha, luego me puse mi traje negro de corbata y me fui a la cocina a preparar algo rápido para desayunar.
Al final me hice un café y cogí un par de galletas y me dirigí a la mesa del comedor.
-Con ese traje parece que vas a una boda -dijo mi hermana entre risas.
-Es el uniforme, ¿que quieres que haga?
-Eres tan quisquilloso... -se quejó.
La ignoré y seguí desayunando, estuvimos un rato en silencio cada uno en sus pensamientos.
-¿Cuando vas a acabar el cuadro? -preguntó Marta.
-¿Qué cuadro? -respondí confuso.
-El que empezaste hace un par de meses con tanto entusiasmo -explicó.
-Es una basura, me estaba saliendo fatal, voy a empezar otro nuevo -respondí.
-Ni se te ocurra, a mi me encanta y te digo que lo acabes -exijió Marta.
-No te pongas pesada, no lo voy a acabar, lo voy a tirar a la basura -concluí.
-Ni te atrevas -dijo en tono serio. Acabalo por mi, por favor.
No eran ni las 7 de la mañana y ya estaba de malhumor y no tenía ganas de discutir así que le di la razón para que se callase.
-Vale, fin de la conversación -dije y acto seguido me levanté a lavar la taza.
Marta me siguió y me dio un abrazo que acabé correspondiendo.
-Muchas gracias -me susurró.
Me fui a lavarme los dientes y luego salí del apartamento pero no antes sin despedirme de Luna.
Luna es la perra, es un golden retriever de 3 años y es muy cariñosa.
Cogí el ascensor y bajé 7 pisos hasta llegar al portal.
-Hola Antonio -saludé.
Antonio es el portero del edificio, es un señor mayor pero muy buena gente.
-Que tengas un buen día -dijo Antonio.
-Igualmente -me despedí.
En cuestión de 10 minutos llegué al hotel.
Trabajo de 7 de la mañana a 15 de la tarde, pero se pasa rápido porque tampoco es que sea un trabajo muy duro.
Saludé a mi compañera Andrea que ya se iba.
-¿Qué tal te ha ido hoy? -pregunté.
-Aquí está noche no ha pasado ni Dios, pero hay reservas para las 8 de la mañana, una familia que viene de China y no sabe nada de español -dijo Andrea.
-Pues a ver como le las apaño, bueno que tengas un buen día -me despedí.
-Ahora en cuanto llegue me echo a dormir hasta la noche -bromeó ella.
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𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑌 𝐴𝑟𝑡𝑒 | @iamlaaura
RomanceDavid es un joven aficionado al arte, y su vida cambia cuando, gracias a un cuadro, conoce a Miguel o... ¿al amor de su vida?