Cumpleaños Embrujado: Encantamientos y Confusión (2/2)

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"Un caballero de verdad, no dice mentiras, no mancha su alma con el pecado, un verdadero caballero es siempre honorable, defiende al justo y castiga al cruel, protege al desamparado y juzga al pecador. Recuerden mis palabras, para que sean dignos, recuerden mis enseñanzas, para cuando él los llame, os encuentre validos de custodiar las Puertas de la Eternidad, de pararse a su lado, en el Trono Dorado"

Desconocido.

El emperador es un hombre ocupado, eso es algo obvio, algo que incluso un niño pequeño puede entender, sin embargo, hoy tenía un compromiso muy especial, uno que había estrado esperando desde hace algún tiempo.

Su rostro parecía algo distraído, como su estuviera pensando en cientos de cosas al mismo tiempo. Parado frente a la gran ventana, mirando al jardín, no podía evitar preguntarse si todo estaría bien ¿Debería intervenir?

Él siempre ha mantenido una postura clara, respecto a no intervenir en exceso en los problemas de "fácil resolución" de sus hijos, después de todo, nunca ha querido que se vuelvan dependientes de su figura, pero con la vida de Draculaura está en la cuerda, realmente se preocupaba por el futuro de su nuera.

Claro está, no significara que no tuviera un "seguro de vida" extra en caso de que todo fallara.

Al final, una de las sirvientas de la casa entra a la habitación rompiendo su meditación. La mujer tenía el pelo verde oscuro, con escamas de color verde brillante en su mentón y manos, además de una larga cola de serpiente.

Macu: Disculpe señor, su esposa ha llegado, le está esperando afuera.

Big E: Gracias Macu, es todo por hoy, puedes retirarte a descansar. –Ella hizo una reverencia y se marchó-.

Él se dirigió a la entrada, pero antes de salir, se miró una última vez en el espejo, comprobó que su traje estuviera inmaculado y su imagen elegante. No solo se estaba reuniendo con Drácula hoy, también era la primera vez que veía a su esposa en más de un año.

Al salir, se encontró con su guardia personal, uno de sus Custodes y una Hermana de Silencio, ambos se inclinaron ante su maestro. Por norma general, siempre eran Constantin y Jenethia, pero digamos que el haber tenido que cancelar cierta cita para la ópera, había puesto a Constantin en una posición difícil con su novia.

Antes de entrar a la limosina, noto un vehículo especial de los Amos de la Noche, la guardia personal de Serena. También reconcomio a alguien dentro del vehículo, el Custode y Hermana de Silencio que él personalmente designo para su esposa.

Cada una de las Princesas de Oro, tenía una pequeña guardia personal de Custodes y HS, que el entrego, no solo era su nexo directo con ellas en casos de emergencia, en algunos casos, también fungen como guías, entrenadores y consejeros, aunque Serena había sido la única que solo había aceptado un par de estos, según ella, aceptar mas, la haría quedar como alguien débil.

Cuando entro al vehículo, no se sorprendió ante el ambiente tan oscuro dentro de este, solo unas luces tenues en las orillas de los asientos.

Su esposa parecía no estar en ningún lugar, pero este no se inmuto, permaneció tranquilo, sin decir ninguna palabra hasta que la comitiva emprendió su viaje al viñedo donde sería la reunión.

Una vez que sintió que la velocidad tomo ritmo, decidió que era momento de hablar.

Big E: Sal de las sombras, no vas a asustarme. –Espero un poco, pero no pasó nada-. ¿Ha que estas...?

Antes de poder terminar, una mano emergió de la mismísima oscuridad del interior, lo sujeto de la corbata y se abalanzo sobre él.

El no se asustó, menos cuando sintió unos labios que se pegaban a los suyos en un beso profundo, uno que el no tardo en regresar. Había cariño, amor y añoranza en ese beso, el beso de unos amantes que no se habían visto en mucho tiempo, pero tan rápido como empezó, se detuvo.

Monster 40kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora