Genjitsushugisha no Oukokukaizouki

Capítulo 3: Vamos a Crear un programa de Transmisión

Alrededor de la época en que la conmoción de la reunión de personal de Souma se había establecido, una cierta historia de fantasmas comenzó a extenderse en la ciudad del castillo de la capital, Parnam.

Según los cuentos, había un maniquí que deambulaba por las calles en la noche. Era el tipo de muñeca que se puede ver en las tiendas de ropas: sin rostro, brazos, piernas ni articulaciones. Llevando espadas en ambas manos, acechaba las calles de noche, cazando animales y monstruos.

Un aventurero dijo:

"Hace un tiempo atrás, hice una misión del gremio para escoltar a un vendedor ambulante y estaba caminando por las calles por las noches, ¿saben?, cuando tuvimos la mala suerte de quedar rodeados por algunas sub-especies de gelin (esas cosas tipo gel). Son débiles individualmente, pero esta vez fueron muchos de ellos y la batalla iba mal. Luego, un maniquí con espadas en ambas manos se tambaleó desde la dirección del palacio y atacó a los gelins. Fue una visión tan espeluznante que nos escapamos inmediatamente, pero... me pregunto qué pasó con esa cosa".

Otro aventurero dijo:

"Fue hace una semana. Tomé una misión del gremio que decía: 'Un grupo de hobgoblins ha cruzado la frontera hacia el norte y está viajando hacia sur. Queremos que los interceptes'. Estábamos esperando en un valle que estaba a lo largo de su ruta para interceptarlos; esperamos para mostrar nuestro poderío, pero nunca aparecieron. Algo me parecía raro, por lo que fuimos a buscarlos, y lo que encontramos fue un maniquí de pie en medio de una pila de cuerpos hobgoblins brutalmente asesinados. Pensando que era algún nuevo tipo de monstruo, mi compañero guerrero y yo lo atacamos, pero nos detuvo con las dos espadas que llevaba. Cuando nuestro mago trató de golpearlo con fuego, se escapó a una velocidad increíble. Esa cosa... probablemente es una nueva arma autónoma creada por el rey demonio, ¿no creen?".

Hubo muchos avistamientos, y aunque muchos dijeron que era una historia de fantasmas, era casi seguro que existió. Sin embargo, cuando el gremio de aventureros reconoció su existencia y se expidieron misiones para capturarlo o destruirlo, todos los avistamientos se detuvieron.

Después de eso, algunos se preguntaron si no había sido una broma de alguien.

                                                                                   ◇ ◇ ◇

—Así que, bueno, hay rumores como esos dando vueltas por la ciudad y el castillo,

¿sabes? —me dijo Liscia.

—Oh, sí, ¿está bien ahora? —le pregunté.

Mientras estaba recostado en el sofá, mi mano con la aguja no se detenía mientras le respondía. Liscia, que estaba sentada en la cama, adoptó un tono ligeramente molesto.

—... ¿Qué, no te interesan historias como éstas?

—No, no es así, pero...

—Souma, eres el rey, entonces, ¿no deberían ser importantes las historias que están causando disturbios en la ciudad y el castillo? —ella dijo.

—No hay necesidad de preocuparse acerca de eso. Ese maniquí no volverá a aparecer otra vez.

—... ¿Sabes algo al respecto?

—Sí, entonces...

Empaqué el "algodón" mientras daba respuestas vagas. Ahora, sólo tenía que coser la parte posterior cerrada y estaría hecho.

—... Espera, ¿qué estás haciendo allí, Souma?

—¿Qué? Exactamente lo que parece. Cosiendo.