CAP 15. Y de pronto... Un disparo.

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Daelyn despertó por el llanto de Caleb.

Se talló los ojos adormilada, hoy si necesitaba descansar, tenía que recuperarse de su herida, ¿No?

Daelyn observó su brazo vendado, las vendas ya estaban manchadas de rojo y echaban mal olor, o tal vez el mal olor venía de la sangre coagulada en el piso.

De todas formas se quitó las vendas y se puso a buscar unas nuevas en su mochila, ella las sacó con cuidado, pero sin querer botó algo al piso, ella tomó el objeto.

Su mirada se volvió melancólica al observar aquella pequeña moneda de oro que le había regalado el salvador de su madre y de su hermano.

¿Dónde estaba Antonio ahora? ¿Todavía estaría vivo siquiera? Si así fuera, ¿Habrá encontrado a su familia?

¿Aún se acordará de ella?

Daelyn suspiró, una pequeña sonrisa nostálgica se posó en sus labios.

Ella puso la moneda dentro de su mochila y se dispuso a vendar su antebrazo, mientras lo hacía pensaba en las personas que había conocido, ¿Cómo estará la familia Morales? ¿Cómo estarán Eliza y Louis?

¿Habrán crecido? ¿Habrán encontrado a sus familiares que iban a buscar?

¿Aún seguirán con vida?

Ella esperaba que sí.

Daelyn suspiró pensando que probablemente jamás volvería a verlos, y quizás eso fuera lo mejor.

Ella no soportaría verlos convertidos en caminantes y tener que dispararles.

La destruiría, realmente se había encariñado.

Era una tonta.

Ella tomó a Caleb en sus brazos y lo meció con cariño.

Sacó de su mochila un pequeño recipiente de vidrio y lo abrió.

Era puré de manzana.

Ella tomó una cuchara para bebé y empezó a alimentar a su hermano, él ya estaba en la edad de empezar a comer más cosas aparte de leche.

Ella levantó la mirada cuando oyó pasos dirigiéndose hacia ella.

Era Carl.

- Buenos días, Daelyn - la saludó el niño entregándole una lata de frijoles.

- Buenos días, Carl, ¿Sucede algo? ¿O por qué estás tan emocionado? - le preguntó la castaña con interés, ella sabía que su amigo estaba más emocionado que de costumbre, eso era nuevo.

- Sí, papá, Daryl y el tío Shane saldrán a explorar los alrededores, y de paso conseguir comida, y me han permitido ir con ellos - le contó el niño emocionado.

Daelyn sonrió con algo de preocupación, su instinto le advertía que algo malo pasaría en esa salida.

Daelyn sacó un cuchillo de su mochila y se lo dio a Carl.

- Nunca lo sueltes, pero nunca cuentes con él - le dijo Daelyn.

- ¿Qué? - preguntó Carl confundido.

- Quiero decir que siempre lo tengas a mano, pero que nunca eches a cuenta que lo tienes, si ves un peligro debes correr, no te quedes ahí haciéndote el valiente solo por llevar un cuchillo, pero si no puedes correr recuerda: llevas un cuchillo - le dijo Daelyn.

Ella no quería que le pasara algo malo al niño, el pequeño le agradaba, pero no podría protegerlo todo el tiempo, además de que ahora no podía alejarse de Caleb, no lo había hecho antes y menos lo iba a hacer ahora que sabía que habían más zombies mutados por ahí.

¿Qué se siente morir en un apocalipsis para renacer en otro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora