Mami soy tu vaquero

289 26 3
                                    

En donde Taeyong se muda al campo y conoce al dueño de la mayoría de los terrenos de la ciudad

🍭   !BowJob     🍭

[...♧♧...]

Taeyong arrastró su maleta por la estación de trenes, miro a los lados esperando la destartalada camioneta de su abuelo, quien luego de que su nieto llegara sus estudios en el extranjero lo había invitado a su rancho, a lo que Taeyong feliz de poder ver a su abuelo y poder estar con él algunas semanas antes de comenzar a buscar empleo. Sacó su celular para llamar a su abuelo cuando una voz lo hizo salir de su ensoñación.

— ¡Tae!— el de cabellos amarillos miro a su abuelo, dejó su maleta de lado y corrió a los brazos de su abuelo.

— te extrañe tanto— los dos sonrieron, sus sonrisas eran iguales.

— vamos a la camioneta para ir a la casa— Taeyong corrió a tomar su maleta para jalarla hasta la caminera, en donde la subió en la parte trasera junto con su mochila para subirse en la parte delantera con su abuelo.

— vamos— así la caminera partió. Desde que era pequeño a Taeyong le encantaba el rancho de su abuelo, era enorme y tenía 8 vacas y 4 caballos, algunos pollos, 10 ovejas  y unos hermosos pavos reales. De pequeño amaba ver cómo los pavos levantaban sus plumas a las gallinas que ni atención le ponían, amaba peinar a los caballos y montarlos para cabalgar por el extenso terreno.

La casa de su abuelo seguía igual, pequeña y acogedora llena de flores que su abuela dejó antes de morir y el viejo perro ovejero que estaba jubilado pero le enseñaba al nuevo perro ovejero a cómo hacer su trabajo. A, y cómo no el pequeño gatito negro que fue un obsequio de su abuelo hacia su abuela, pues a la señora le encantaban los felinos y el gatito rápidamente se acostumbró a la vida de campo.

Bajo su maleta y mochila para entrar a la casa.

— ponte cómodo Tae— el de cabellos amarillo asintió y con sus cosas subió las escaleras a su habitación.

Dejó sus cosas en la habitación que estaba igual que la última vez que había ido, conservando aún el olor a pie de manzana que su abuela preparaba cada vez que él venía de visita. Miro sus botas vaqueras con cariño, eran un obsequio de su abuelo para poder caminar por el campo y en los días de fiestas bailar como se debe. Se quitó su ropa para ponerse una pantalón corto, una camiseta ancha y como no sus botas vaqueras. Guardo sus cosas en el clóset y abrió la ventana para mirar el paisaje, sonrió cuando una de las vacas mugió y movió su cola al verlo, la linda Doris la vaca favorita de su abuela porque era más peluda de lo normal y tenía péinelos rulos.

Bajo las escaleras para mostrarle a su abuelo que aún le quedaban las botas cuando escuchó voces en la cocina, camino hasta esta para ver a su abuelo disfrutando de un jugo de manzana con un hombre sentado frente a él en la mesa.

— Oh Tae, te presento a Jaehyun, nuestro vecino — Taeyong miro a su vecino, aunque era irónico ya que había mucha diferencia en los vecinos de la gran ciudad y los vecinos del campo.

El hombre tenía facciones masculinas marcadas que hicieron que toda la atención se centrara en la mandíbula del hombre. Vestia una camisa de cuadros verde algo vieja y con algunos botones desabrochados los cuales se dio cuenta de que lo más probable estos se hayan descosidos, unos bule jeans sucios y unas botas, vio en la mesa un sombrero de vaquero café.

Ponte exótico, vamo' a fornicar [Jaeyong] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora