Cartas que nunca se entregaron.

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Raquel,

El primer día de clases, cuando entré al aula y fijé mis ojos en todos ustedes, lo primero que me llamó la atención fue verte cómo mirabas fijamente a un estúpido pelirrojo que tenía los ojos fijos en su libro. Justo en ese momento, supe que mi estadía en el colegio no iba a ser tan mala.
Fue sumamente divertido meterme contigo, y qué mejor forma de llamar la atención del pelirrojo que mirabas con notoria adoración.
Debo admitir que joderte fue completamente divertido, y mejor de lo que pensé, pero te subestimé, y terminaste acabando con mi diversión demasiado pronto, lo cual me entristece y enfurece en partes iguales.

Bravo, Raquel, fuiste una excelente contrincante.

P.D.: Demian es mejor besador de lo que podría llegar a imaginar. Pudiera describirte su forma de besar, pero eso solo te haría anhelar un poco algo que nunca vas a tener.

Atte,
Nadine.

NADINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora