DECIMOTERCER CAPÍTULO

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Sergio suspiro mientras miraba a Yuki dormir profundamente en la cama del hotel. Había sido un día increíblemente largo, lleno de emociones, sorpresas y decisiones que no había previsto. Al ver a su hijo tan tranquilo, le vino un alivio inesperado. Yuki había estado radiante todo el día, contando cada anécdota, cada amigo nuevo y cada experiencia que vivió, todo con el entusiasmo típico de un niño. "No me extraña que esté tan cansado" , pensó Sergio con una sonrisa, recordando la forma en que su hijo le rogó que le leyera un libro antes de dormir, como parte de su rutina. Fue un momento de paz y tranquilidad en medio del caos.

Una vez que Yuki se quedó dormido, Sergio se acomodó en el sofá de la habitación con un suspiro profundo. Cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por el cansancio, pero su mente seguía activa, repasando los eventos del día. El encuentro inesperado con Max había sido una de esas sorpresas que parecían sacadas de otro mundo, y aunque no había planeado que las cosas se dieran de esa manera, el resultado lo había dejado desconcertado. Casi riendo de lo absurdo que han sido sus pensamientos, pero aun así no podía negar que lo disfrutó. Sin embargo, no estaba seguro de qué significaba realmente.

Intentó apartar los pensamientos sobre Max, enfocándose en lo positivo. Había sido un día agridulce en muchos aspectos, pero la noticia de su entrada a Mercedes, por lo menos, había tenido una recepción mayormente positiva. A pesar de algunas críticas de los fanáticos que no entendían su cambio, había recibido un gran apoyo, sobre todo de su público hispanohablante. Era un alivio saber que había personas en su vida y seguidores que valoraban su esfuerzo y lo respaldaban en esta nueva etapa.

No obstante, sabía que con la aceptación pública llegaba también una gran responsabilidad. Mañana empezaban las prácticas libres, y tenía que estar en su mejor versión, no solo por él, sino también por el equipo que había confiado en él. Su papel de supervisor no sería fácil. Le esperaba la tarea de observar y coordinar a Mick, quien necesitaba una guía en su desarrollo en la pista.

Las estrategias eran lo primordial ahora. Si sus análisis lograban mejorar el rendimiento del auto, demostraría a Mercedes que su llegada había sido una decisión acertada. Sergio sentía que estaba en un terreno nuevo y desafiante, pero le gustaba la idea de empezar de cero, de probarse en una situación completamente diferente. Aunque sabía que algunos seguían pensando que se había equivocado al unirse al equipo rival de Red Bull, él confiaba en que era la decisión correcta para su carrera y su familia.

Suspiré de nuevo, observando el silencio que reinaba en la habitación. Cerró los ojos, intentando relajarse, pero sus pensamientos no lo dejaban. La presión por el trabajo, la expectativa de estar a la altura en su nuevo rol y la confusión que Max había traído a su vida eran un cóctel difícil de procesar en una sola noche.

"Mañana es otro día", se dijo a sí mismo, intentando encontrar algo de paz. Quizás cuando esté en el ambiente de las prácticas, rodeado de la adrenalina y el ruido de los motores, podría concentrarse plenamente y dejar de lado sus emociones personales. Por ahora, lo mejor era descansar, aunque solo fuera un rato, porque el día que le esperaba sería agotador.

En eso Sergio se dispuso a buscar su teléfono para poner la alarma y asegurarse de despertar a tiempo, pero al no encontrarlo y sin ánimos de revisar todo el cuarto, decidió sacar el despertador de emergencia que había traído en su maleta. Lo configuró y finalmente se fue a dormir.

A la mañana siguiente, Sergio se despertó unos minutos antes de que sonara el despertador, gracias a un Yuki lleno de energía que saltaba sobre la cama. Riendo, Sergio se incorporó y le hizo cosquillas mientras su hijo se retorcía y reía, contagiando su buen ánimo. Después de un rato de jugar, finalmente se levantaron y comenzaron su día. Decidieron que sería mejor desayunar en el paddock, así que bajaron para tomar un taxi. Aunque Lewis se había ofrecido a recogerlos, Sergio prefirió disfrutar del trayecto solo con Yuki, aprovechando la oportunidad de ver el camino y compartir ese tiempo a solas.

ENTRE RIVALIDAD Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora