OCTAVO CAPÍTULO

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Han pasado tres semanas desde la conversación con Lewis y de que las fotos salieron a la luz, lo que resultó muy gracioso para ambos, pero no tardaron en llegar algunos mensajes de amigos curiosos, preguntando qué estaba pasando, pero Sergio y Lewis ya habían acordado no responder. Eso hacía la situación aún más divertida.

Y es que desde que Sergio inició su nuevo trabajo como asesor para el equipo de Toto Wolff. A pesar de lo difícil que había sido adaptarse a su nueva rutina, Sergio se sentía satisfecho con la decisión que había tomado, ya que con los rumores de las fotos se había dejado de lado que haría Sergio para el futuro, lo que hacía que trabajar para mercedes siguiera en secreto. En esos días, todo giraba en torno a acomodarse a la nueva dinámica de trabajo mientras cuidaba de Yuki, que había comenzado su primer año escolar. Aunque las primeras semanas fueron caóticas, con muchas noches de trabajo y clases matutinas, había contado con el apoyo incondicional del equipo, especialmente de Toto, quien se aseguraba de que Sergio pudiera estar presente virtualmente en todas las reuniones estratégicas importantes para las carreras de Italia y Azerbaiyán. Gracias a este arreglo, Sergio no había tenido que perderse el importante inicio de clases de Yuki.

Y lo que hasta ahora había sido un secreto muy bien guardado estaba a punto de salir a la luz: su regreso oficial al mundo de la Fórmula 1, no como piloto, sino como asesor de carreras para Mercedes. Aunque había trabajado en las sombras, ayudando a diseñar las estrategias de las últimas carreras, finalmente haría su debut público en el Gran Premio de Singapur. Toto y el equipo habían orquestado todo cuidadosamente, asegurándose de que los medios no descubrieran antes de tiempo el nuevo rol de Sergio. Esto le había permitido ajustar su vida personal y profesional sin el peso extra de la prensa encima.

Ahora, este viaje era especial por muchas razones. No solo sería su primera aparición oficial como parte del equipo de Mercedes, sino que también llevaría a Yuki con él. La idea de combinar trabajo y la compañía de su hijo en un entorno tan exigente lo emocionaba y aterraba al mismo tiempo. Sin embargo, el equipo había organizado todo de manera impecable: Yuki tendría espacios donde podría estudiar y jugar mientras Sergio cumplía con sus responsabilidades. Aun así, un temor le rondaba la cabeza y no tenía nada que ver con las condiciones meteorológicas que podían alterar la estrategia en la pista de Singapur.

El verdadero miedo de Sergio era encontrarse cara a cara con Max Verstappen.

Ya que desde hace unas semanas, Sergio había estado evitando pensar demasiado en lo que había ocurrido entre ellos, pero la llamada de Max, borracho en mitad de la noche, había revivido muchas emociones que Sergio prefería mantener enterradas. Aquella noche, Max lo había llamado en un estado evidentemente intoxicado, con la voz pastosa y confusa, pero clara en un solo mensaje: le extrañaba. Entre las palabras arrastradas y los balbuceos, Max le reprochó suavemente por qué no había aceptado la oferta de Horner de regresar a Red Bull, algo que a Sergio lo dejó descolocado. ¿Acaso no lo entendía? No podía volver a ese lugar, no después de todo lo que había pasado, de las decisiones que se habían tomado, de las heridas que aún seguían abiertas.

Antes de que Sergio pudiera responder y explicarle a Max las razones detrás de su elección, el silencio invadió la llamada. Max se había quedado dormido, y Sergio quedó con el teléfono en la mano, frustrado y sin saber qué hacer. Los días siguientes intentó hablar con Max, pero, para su sorpresa, descubrió que había sido bloqueado en todas sus redes sociales. La comunicación, ya de por sí frágil, ahora estaba completamente rota.

Este bloqueo no solo lo había dejado con muchas preguntas sin respuesta, sino que también encendió un torbellino de emociones en su interior. La llamada de Max había removido viejos sentimientos, pero el silencio posterior lo había herido profundamente. ¿Qué significaba realmente todo esto? ¿Por qué Max había actuado de esa manera? Y, lo más importante, ¿qué significaría reencontrarse con él en Singapur?

ENTRE RIVALIDAD Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora