Sergio se encontraba todavía tratando de recuperar el aliento cuando su teléfono sonó de repente, sacándolo bruscamente del momento. Su mente tardó un segundo en regresar al presente, pero cuando miró la pantalla y vio el nombre de Carlos, la realidad lo golpeó. Habían pasado más de cuarenta minutos desde que él y Max decidieron "hablar". Nervioso, contestó la llamada.
—¿Checo? —la voz despreocupada de Carlos sonaba del otro lado—. Oye, Yuki ya quiere irse. Hemos estado aquí un buen rato.
La alarma se encendió en la mente de Sergio. "Yuki", pensó rápidamente, "me olvidé de Yuki". Se levantó de un salto, buscando su ropa por la oficina con una mezcla de prisa y culpa.
—Ya voy, Carlos. Lo siento, me distraje. Estoy en camino —respondió apresuradamente.
Max, que aún estaba recuperándose, lo observaba mientras Sergio se vestía con rapidez. Algo en el rostro de Sergio lo alertó, pero antes de que pudiera preguntar qué estaba pasando, Sergio se giró hacia él, ajustándose la camisa.
—Max —empezó, visiblemente incómodo y aún desordenado por lo que acababa de ocurrir—, tenemos que hablar. No solo de esto... sino de por qué me tienes bloqueado.
Max lo miró, sorprendido. ¿Bloqueado? No entendía a qué se refería Sergio. Pero antes de que pudiera articular una respuesta, Sergio ya estaba abriendo la puerta, demasiado apresurado para quedarse.
—Luego hablamos —dijo Sergio, saliendo de la oficina y cerrando la puerta detrás de él sin darle a Max la oportunidad de preguntar más.
Max quedó atónito, todavía procesando lo que Sergio había dicho. ¿Lo tenía bloqueado? ¿Cuándo había hecho eso? Mientras esas preguntas rondaban su mente, Max no pudo evitar sentir que algo más grande estaba sucediendo.
Mientras tanto, Sergio salió del área de Red Bull con la cabeza agachada, haciendo todo lo posible por evitar las miradas curiosas que pudieran notar lo agitado que estaba. Caminó rápidamente, sin prestar demasiada atención a su alrededor, hasta llegar a la cafetería donde había quedado con Carlos y Charles.
Allí, los encontraron sentados en una mesa al aire libre, relajados y disfrutando de unos postres junto a Yuki, que parecía estar de muy buen humor. Carlos le dio un pequeño saludo con la mano mientras Charles le ofrecía una sonrisa divertida.
—¿Te divertiste en tu "conversación"? —bromeó Carlos en español mientras tomaba una cucharada de su postre, pero la mirada en sus ojos sugería que ya se había dado cuenta de que algo había pasado.
Sergio, aún ligeramente agitado, forzó una sonrisa, tratando de no revelar lo que realmente había ocurrido.
—Estábamos... aclarando algunas cosas —respondió en ingles, tratando de sonar casual, pero no logró evitar que un leve rubor subiera a sus mejillas.
Yuki, sentado al lado de Carlos, lo miró con una mezcla de curiosidad y emoción.
-¡Papá! Carlos me enseñó a comer helado sin derramarlo. ¿Puedo llevar uno para después? —preguntó el pequeño, haciendo que Sergio soltara una risa suave, agradecido por la distracción.
—Claro que sí, cariño. Pero ya es hora de irnos. —Sergio miró a Carlos y Charles—. Gracias por cuidar de él.
Carlos sonriendo con complicidad, y Charles ascendiendo.
—No te preocupes. Siempre es un placer cuidar a tu pequeño terremoto —respondió Charles mientras revolvía el cabello de Yuki, con entusiasmo.
Mientras reconocían sus cosas para irse, Sergio no pudo evitar sentir el peso de lo que había ocurrido con Max. Sabía que, tarde o temprano, tendría que enfrentarlo de nuevo, pero por ahora, estaba agradecido por la pausa que Carlos y Charles, sin saberlo, le habían dado.
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ENTRE RIVALIDAD Y DESEO
Fiksi PenggemarTras un divorcio difícil, el piloto de F1 Sergio "Checo" Pérez se enfrenta a la vida como padre soltero de su hijo de tres años. Mientras da por finalizar su carrera y la paternidad, su compañero de equipo, Max Verstappen, ve la oportunidad de acerc...