CAPÍTULO 7

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TRAVIS     

"Una vez que le has tomado gusto al cielo, mirarás siempre hacía arriba" – Leonardo da Vinci

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Estábamos en primera plana y ese ya era un desastre, pero no era lo peor de este asunto; Madison no me respondía las llamadas y no quería verme; no entendía porque estaba tan enojada conmigo, yo solo quise defenderla de ese sujeto; solo quería alejarla de él, pero al final, todos condenaban mis acciones y ella parecía igual de furiosa que cuando nos conocimos.

-        No debiste meterte – dijo Xavien y fruncí el ceño

-        No viste la forma en que ese sujeto la tocaba y como la miraba; ella estaba incómoda

-        Te dijo que no hicieras un escándalo y fue justo lo que hiciste

-        La defendí

-        Bueno, eso es debatible

-        Ella estaba incómoda – reafirmé molesto

-        Pero ella no es tonta, no hubiera permitido que él llegara más lejos; no es su primer rodeo, Travis; sigo creyendo que no debiste involucrarte

-        Me odia

-        Teniendo en cuenta lo que dice la prensa, es probable que tengas razón

Eso era lo peor de todo; la prensa estaba hablando pestes de nosotros; no solo me trataban de salvaje, como si fuera un hombre de las cavernas que siempre terminaba metiéndose en peleas, si no que ahora decían que Madison era la causante de mi pelea, que ella de alguna forma había provocado a ese tipo delante de mí y por eso yo había reaccionado.

A veces me asqueaba la forma en que la sociedad trataba a las mujeres, como si todo lo que les sucediera fuera su culpa, como si de alguna forma por la manera en que hablaban o vestían, tenían menos derecho a ser respetadas; me daba asco como la prensa hablaba de Madison, condenándola sin tener toda la historia, solo porque era mujer y por supuesto, ella de alguna forma debía de haberlo provocado para que ese sujeto actuara como lo hizo; todo eso era despreciable y asqueroso, porque al final, aunque hubiera sido ese el caso y ella de alguna forma hubiera coqueteado con ese sujeto, aun así merecía respeto y merecía sentirse cómoda, sin que alguien estuviera pasando sus límites.

Yo era un mujeriego, eso estaba claro, pero ni una sola vez toqué a una mujer sin su consentimiento; nunca las miré de manera morbosa ni intenté sobrepasarme con ellas, porque para mí, cada una de esas mujeres merecía respeto y siempre terminaba pensando que, si tuviera una hija algún día, quisiera que se sintiera segura al salir a la calle y por supuesto, quisiera que la respetaran, así que justo por eso, yo no debía faltarle el respeto a una mujer.

Era cierto que salía con varias mujeres y me acostaba con muchas de ellas, pero siempre dejaba en claro lo que quería y ellas también; no era un hombre de compromisos, no era un hombre de relaciones largas, porque tenía demasiada mierda en mi vida y honestamente no me sentía listo para compartirla con nadie más; mis secretos eran algo que arrastraba desde que era niño y todavía no estaba listo para revelarlos por lo que tener a alguien en mi vida; dejar a alguien entrar, significaría ser honesto, esa era la base de una relación o al menos eso es lo que pensaba y todavía no podía ser completamente honesto con nadie, así que por eso, una relación seria, como la que tenían mis amigos, no estaba en mi futuro, al menos no por el momento.

-        No es justo – me quejé dejando caer la cabeza hacia atrás

-        Bueno, así son las cosas – fulminé a Xavien con la mirada y él solo suspiró

TIME OUTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora