Eres mi camino del ninja

Prologo

Recuerdo claramente la primera vez que sentí algo diferente por Naruto. Fue en la academia, cuando éramos apenas unos niños, todavía ajenos a los verdaderos peligros y responsabilidades que nos aguardaban. La vida en esos días era simple, nuestra mayor preocupación era quién sería el mejor ninja de la clase, quién lograría destacarse entre todos los demás.

Naruto siempre fue ruidoso, impulsivo y fastidioso. En aquel entonces, lo veía como una molestia, una sombra que siempre intentaba competir conmigo sin éxito. Sin embargo, todo cambió en un instante, en un momento accidental que, de alguna manera, me marcaría para siempre.

Estábamos en la academia, en uno de esos días aburridos donde el profesor Iruka intentaba enseñarnos algo sobre la teoría ninja. La sala estaba llena de risas y conversaciones, los estudiantes dispersos y sin prestar mucha atención. Naruto, como siempre, hacía el tonto, intentando llamar la atención de todos.

Estaba sentado en mi sitio habitual, observando a los demás con mi habitual desdén. Naruto, como siempre, hacía alarde de su energía desbordante, intentando llamar la atención de todos.

Nunca había entendido cómo alguien podía ser tan ruidoso y molesto.

En un momento de caos, Naruto tropezó y, antes de que pudiera reaccionar, nuestros labios se encontraron en un beso accidental.

Fue un instante fugaz, pero suficiente para que una sensación desconocida se despertara en mi interior. Al principio, lo atribuí a la sorpresa y la vergüenza. Después de todo, besar a Naruto, y frente a toda la clase, era algo que cualquier chico de nuestra edad encontraría embarazoso.

Quizás fue en ese beso accidental cuando comencé a sentir algo por Naruto. Algo que iba más allá de la rivalidad o la simple camaradería. Algo que, aunque no lo comprendiera en su totalidad, supe que sería importante en mi vida. Y así, en ese pequeño instante.

Yo que pesnsaba que era un hombre heterosexual. Y ahora resulta que lo daria todo por un chico rubio de ojos azules y bella sonrisa.

…

Claro eso fue antes del reencuentro con mi hermano, Itachi