Tn esta tranquilo en su casa hasta que al despertar nota que hay un demonio asesinando a su única familia, su madre.
Tn se queda sin familia y al descubrir una carta que le dejó su padre y una caja que dejó, Tn descubreque su padre era un cazador d...
Nota del creador:Esteee a partir de ahora escribire de forma diferente, no muy diferente, pero si en la forma de que hablan los personajes, un poco mas novela. Y capitulo seguido 🤑.
*Tn despertó en medio de la noche, inquieto. Su sueño había sido interrumpido por una sensación de incertidumbre que no podía sacudirse. Se levantó de su cama, se vistió en silencio y salió a caminar por los pasillos oscuros de la Mansión de las Mariposas, buscando claridad en sus pensamientos.*
*Mientras caminaba, la luz de la luna llenaba el jardín, y fue allí donde vio una figura familiar. Mitsuri estaba de pie bajo el brillo plateado de la luna, con los ojos fijos en el cielo. La suave brisa nocturna movía ligeramente su cabello rosado y verde, dándole un aspecto etéreo.*
*Tn se quedó quieto por un momento, observándola en silencio, antes de acercarse lentamente.*
-Mitsuri... -murmuró Tn, rompiendo el silencio.
*Ella volteó la cabeza, sorprendida al principio, pero una sonrisa suave se formó en su rostro al verlo acercarse.*
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-Tn, no esperaba verte despierto a estas horas -dijo Mitsuri con dulzura mientras lo observaba con sus grandes ojos llenos de calidez-. ¿Estás bien?
Tn negó con la cabeza, su expresión seria-. Me sentí inquieto... Como si algo estuviera mal.
Mitsuri asintió, comprendiendo la sensación. Miró de nuevo al cielo antes de hablar, su voz un poco más baja-. Hay algo que necesito contarte, Tn.
-¿De qué se trata? -preguntó él, frunciendo el ceño.
-Es sobre un demonio... -Mitsuri bajó la mirada-. Hace poco, un demonio asesinó a más de 200 personas en una sola noche. Fue una masacre horrible. Parece ser que se trata de un demonio extremadamente poderoso.
*Tn sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sus manos se apretaron en puños mientras su corazón latía con fuerza en su pecho. No podía evitar recordar las tragedias que había presenciado, y la idea de que tantas vidas se hubieran perdido en una sola noche lo llenaba de una ira contenida.*
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