Este será un one shot en el que iré haciendo historias con los distintos personajes del Ucm.
¡Espero que os gusten!
¡Gracias por leer!
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(PEDIDOS ABIERTOS)
El plan de Wade era sencillo: solo iría a tomar una copa al bar donde se reunían los mayores cazarrecompensas de la ciudad, vería si alguien tenía un encargo para el y se iría a casa a cascársela mientras veía Gossip Girl.
Pero su plan se fue a tomar por culo en cuánto le vio. Un chico deambulaba por entre las mesas, vestido con unos pantalones vaqueros sueltos y una camiseta que estaba seguro que en algún momento de su vida útil como prenda de vestir había sido de color gris.
No fue difícil que sus miradas se encontraran. El no paraba de mezclarse con la gente, conversando con ellos mientras bebían, así que cuando vio que Wade estaba solo decidió acercarse a el.
-Hey, hey, hey -dijo- yo no quemaría todos los cartuchos
Wade observó su camiseta que acentuaba la forma de sus abdominales, antes de alzar la mirada hacia el.
-Ajustado -dijo, el sonrió-
-Hayes
-Wade -se presentó- ¿Qué hace un lugar como tú en un chico como este?
"Mierda, puto TDAH de los cojones" pensó. A veces no daba ni una, joder
-Soy parte de la mercancía -dijo esbozando una sonrisa que a Wade le pareció encantadora-
-Osea que follas por dinero ¿Verdad? -preguntó, el chico asintió- ¿Infancia difícil?
-Mi padre se fue antes de que yo naciera -comenzó el-
-Mi padre se fue antes de yo fuera concebido -respondió, el chico sonrió-
-¿Alguna vez te han apagado un cigarrillo en la piel?
-¿Acaso hay otro lugar donde apagarlos? -rebatió Wade-
-¿Tu cumpleaños...? -empezó el, pero Wilson le cortó-
-¿Qué es eso, se come? -cuestionó- no, yo vi el mío desde el agujero de un cuarto a oscuras lleno de cintas porno, que también resultaba ser...
-Tu habitación -terminó el- si, yo también pasé por lo mismo. Mi infancia se basaba en porno de animales, cintas caseras echas por mis queridos tíos y mucho sexo practicado de diferentes formas
-Vaya -susurró Wade- los dos estamos jodidos
-Eso parece -respondió el-
Wade bajó la mirada lentamente hasta sus labios, antes de alzar la mirada de nuevo a sus ojos. Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta.
-¿Qué me das por...? -comenzó a sacar cosas de los bolsillos- veinte dólares, un par de chicles y un vale para dos helados de yogur
-Cuarenta y ocho minutos para que me hagas lo que te de la puta gana -murmuró el chico acercándose a el-
-Espero que no te importe, pero llevo bastante tiempo sin tener sexo vaginal -dice- así que creo que nos irá bien
-Cuento con ello -murmuró el chico fijándose en sus ojos oscuros- ¿Quieres salir de aquí?
-Joder, si -respondió el- larguémonos de una puta vez
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