✩｡:*• Imaginas con Leon S. Kennedy ✩｡:*•
✧ Cada capítulo contiene una historia diferente al resto, en algunas ocasiones pueden ser consecutivas (tomando no más de dos o tres capítulos de duración, a excepción de algunas consideraciones).
✧ Contenido...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Audiencia: 18+ «sexo explícito» Apariencia: Leon Kennedy, Re4 Remake.
‿︵‿︵ʚ˚̣̣̣͙ɞ・❉・ ʚ˚̣̣̣͙ɞ‿︵‿︵
______ se encontraba sumergida en la interminable tarea, con el resplandor azulado de su laptop iluminándole el rostro y proyectando sombras sutiles en las paredes de su habitación, mientras al mismo tiempo intentaba ignorar los constantes mensajes de sus mejores amigas, luchando por mantener la concentración en la lectura.
Aquella noche era Halloween, y aunque el ambiente fuera de su casa era ruidoso, con niños corriendo por doquier con disfraces terroríficos en busca de caramelos, ella trataba de mantenerse ocupada, concentrada en las palabras de aquella lectura que necesitaba absorber, ignorando todas aquellas fiestas a las que había sido invitada solo para quedarse en casa a terminar las tareas.
Su celular vibró una vez más y no pudo resistir la tentación de leer la notificación en la pantalla.
"¡______!, Carlos Oliveira vendrá a la fiesta que organizó Samantha, debes venir, ¡YAAA!"
La joven rió por lo bajo al ver el stiker que su amiga había usado en aquella conversación.
"¿Carlos Oliveira?"
"SI. El atlético moreno de la clase de francés que es increíblemente irresistible, ¿Duh?"
"Ah claro, Oliveira. Lo siento, es que la tesis no se hará sola. ¿El próximo año, quizá?, ciao."
"No puedo creértelo."
Bloqueó la pantalla del celular y regresó a su posición anterior, lista para continuar tecleando. Sin embargo, fue interrumpida de nuevo, esta vez por el insistente sonido del timbre en su puerta.
⸺ Niños... claro.
Con un pesado suspiro, se levantó y bajó las escaleras, recogiendo el cuenco lleno de golosinas que su madre había dejado allí antes de irse, confiándole dicha tarea.
Al abrir la puerta con una leve sonrisa, una ráfaga de risas infantiles la recibió. Niños disfrazados de monstruos, brujas y fantasmas estaban ansiosos por recibir sus dulces. Sin embargo, uno de ellos destacaba entre la multitud: un joven alto y robusto, vestido con jeans de mezclilla, una camiseta de compresión y aquella característica máscara de Ghostface. Aquella máscara oscura le daba un aire inquietante, pero ______ no pensó mucho en ello y río al escuchar a los pequeños divirtiéndose.
