✩。:*• Imaginas/OS con Leon S. Kennedy ✩。:*•
✧ Cada capítulo contiene una historia diferente al resto, en algunas ocasiones pueden ser consecutivas (tomando no más de dos o tres capítulos de duración, a excepción de algunas consideraciones).
✧ Conten...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Audiencia: 18+ «sexo explícito» Apariencia: Leon S. Kennedy, RE4 Remake.
‿︵‿︵ʚ˚̣̣̣͙ɞ・❉・ ʚ˚̣̣̣͙ɞ‿︵‿︵
Buscaste tu pijama en el closet y caminaste a paso de tortuga hasta el baño. Los días pasaban extremadamente lento desde que Leon se había ido de última hora a una importante misión a un rincón desconocido de España.
Intentabas realizar actividades para poder matar el tiempo, pero aún así, manteniéndote ocupada, haciendo mil y un cosas, jamás podías dejar de pensar en él ni un solo segundo.
Su último mensaje fue hace dos meses, lo recordabas mejor que ningún otro. Había expresado lo angustiante que era estar en terreno inexplorado, destacando la brutalidad de las cosas que había visto y de los "pueblerinos" con los que le había tocado lidiar, pero, sin llegar a poder comunicar explícitamente lo que realmente estaba ocurriendo.
Finalizó aquél mensaje recalcando lo mucho que te extrañaba y lo mucho que ansiaba su regreso a casa.
Sonreíste al leer ese último mensaje: "Te amo." Dios, cuánto extrañabas a tu chico de cabellos dorados.
Suspiraste pesadamente mientras encendías el grifo del agua caliente. Aún hundida en tus pensamientos comenzaste a quitarte la ropa como si fuese la rutina más aburrida de tu día. Deshiciste la desordenada coleta de caballo sobre tu cabeza y te hundiste en el relajante chorro de agua caliente.
Mientras empapabas tu cabello completamente, tomaste el bote de shampoo y pusiste un poco del contenido sobre la palma de tu mano. Cerraste los ojos cuando comenzaste a frotar la espuma sobre tu cuero cabelludo.
Mientras tarareabas una canción inventada por tu subconsciente, escuchaste la puerta de la regadera arrastrarse suavemente. Detuviste tus movimientos intentando agudizar el oído, pero solo lograste distinguir las gotas chisporrotear sobre el suelo.
Ignorando aquél ruido seguiste enjabonando tu cabello con los ojos cerrados. Suspiraste suavemente acercando tu cabeza al chorro de agua, deshaciéndote del jabón, pero jadeaste en sorpresa cuando sentiste la calidez de unas manos posarse sobre tus caderas detrás de ti.
Abriste los ojos como platos y te pusiste los brazos sobre el pecho abrazándote a ti misma.
⸺ Tranquila, solo soy yo... ⸺susurró débilmente sobre tu oído.
Tus ojos casi se salen de sus propias orbitas. Aún abrazándote a ti misma, murmuraste sobre tu hombro: