✩｡:*• Imaginas con Leon S. Kennedy ✩｡:*•
✧ Cada capítulo contiene una historia diferente al resto, en algunas ocasiones pueden ser consecutivas (tomando no más de dos o tres capítulos de duración, a excepción de algunas consideraciones).
✧ Contenido...
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Pt.3 (final) Audiencia: 18+ «sexo explícito» Apariencia: Leon S. Kennedy, Resident Evil: Vendetta.
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Retrocedo torpemente mientras él camina hasta mi.
Mi espalda se encuentra de repente con el borde del mármol, y en un movimiento decidido, él acorta la distancia que nos separa. Con firmeza, me levanta y me sienta sobre la barra. Un escalofrío me recorre el cuerpo al sentir la frialdad contrastar con la calidez de mi piel. Esa sensación intensa despierta mis sentidos, haciendo que cada contacto se sienta electrizante.
Con la palma sobre mi pecho me hace caer suavemente sobre los codos. Alza mis piernas y las abre con lentitud, un gruñido bajo escapa de sus labios al observar la vista.
Echo la cabeza atrás cuando cuidadosamente separa los labios de mi sexo, exponiéndome hasta que el frío aire hace contacto con cada centímetro de mi lugar secreto. Entonces finalmente ve mi pequeño agujero.
⸺ ______... ⸺lo escucho murmurar mientras me encuentro aún con los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.
⸺ ¿M-mmm?
⸺ Eres virgen.
No puedo evitar abrir los ojos de golpe; su mirada me atraviesa, como si pudiera leer cada rincón de mis pensamientos. En ellos, destella una duda que me inquieta. Con un impulso repentino, me apresuro a tomar sus manos antes de que tenga la oportunidad de retirarlas. Mis dedos se enredan con los suyos, y en mi rostro se dibuja una expresión de angustia.
⸺ Por favor, sé tú ⸺amplía la mirada⸺ sé tú el primero.
⸺ ______, yo...
Lo interrumpo.
⸺ Siempre he deseado que seas tú, solo... ⸺me siento sobre el fregadero y rodeo su cuello con ambas manos⸺ eres perfecto... ⸺murmuro.
Él parece dudar, la inseguridad reflejada en su rostro, pero finalmente asiente. Me acerco lentamente a sus labios y, en un gesto lleno de significado, lo beso por última vez. Durante unos segundos, me pierdo en la calidez del contacto, disfrutando de la suavidad e intimidad que compartimos. Luego, con un suspiro suave, me alejo volviendo a mi posición inicial y apoyando mi peso sobre los codos, permitiendo que la sensación persista en el aire entre nosotros.
Dios. Un pensamiento surge de repente en mi mente, provocando que mi corazón se acelere. La intensidad de la idea me envuelve, y la adrenalina comienza a recorrer mi cuerpo.
