Entre la Negación y la Aceptación

12 2 0
                                    

❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋

A la llegada del grupo Ollie le contó a Kate que había llevado a Theo con su madre, y que mandaba saludos a todos en la mansión. —Muy bien Ollie, ahora puedes retirarte.
—Permiso. —Ollie se retiró, solo estaban Emilico y Shaun con las niñas ya que Lou había ido a ver a Ricky.
—Emilico, tengo algo que decirte. —La nombrada la miró atenta con esa sonrisa particular dibujada en su rostro, no quería romperle el corazón justo cuando estaba retomando su vida. —Con las búsquedas que se han realizado hasta ahora no hemos logrado dar con el paradero de Matthew, decidimos dar por finalizadas las búsquedas.
Kate esperaba una reacción diferente, pero Emilico ya sabía que eso sucedería en algún momento, sentía dolor cosa que se pudo notar por las lágrimas que brotaban, pero su sonrisa no desapareció. —Agradezco tanto por buscarlo, pero en el fondo siempre supe que lo había perdido, no lo volveré a ver ¿cierto?
—Emilico... —Shaun viendo el sufrimiento de ella la abrazó, incluso las dos niñas aún sin saber por qué ella lloraba le acompañaron en su dolor.

Su hijo estaba siendo criado con una familia que lo acogió aun sabiendo que con ello traería algunas consecuencias ya que no estaban preparados para un bebé nacido de la unión de una sombra y una humana, por fortuna les cayó del cielo alguien que estuvo trabajando en la casa de las Sombras, tampoco es que supiera mucho pues fracasó en el debut y luego se convirtió en una muñeca con velo. Solo sabía que había que mantener todo limpio así que trató de enseñarle a no tomar su forma de sombra.
—Si es necesario aplicar correctivos para que no se transforme, hágalo. —Rowan le pidió a la niñera que evitara a toda costa que siguiera convirtiéndose en un monstruo y tenía permiso de pegarle o castigarlo.
—Pero señor ¿Cómo puedo hacerle eso a un niño? —Elora no podía castigarlo así, trató de hacer lo posible por que su hollín no fuese un problema, pero estaba esa parte que ella ignoraba, toda sombra debe generar cierta cantidad para no sentirse mal.

Aiden estaba junto a su madre en el inmenso jardín recolectando hojas para hacer algunas artesanías en esa época otoñal, le encantaba ver las hojas caer de los árboles, miró una ardilla así que la señaló para que Clarissa lo viera también. —Qué bonita ardilla, mi amor.
—Dita. —Luego pidió que lo cargara, ella lo complació y así poder mirar el hermoso escenario y a los animales del jardín.
Planeó cocinar una tarta de cereza ya que a su hijo le encantaba, entraron en la casa y se lo entregó a su niñera para que lo mantuviera entretenido con las hojas que recolectaron.
Ella se puso a cocinar para su familia, él la había hecho muy feliz con su llegada, irradiaba felicidad, incluso se le podía escuchar tararear una melodía muy bonita, cosa que algunos de los sirvientes que quedaban no habían presenciado antes.
Rowan no detestaba al pequeño, pero esa otra parte desconocida de él lo hacía temer, quizás se arrepentía de no entregarlo cuando vinieron aquellos dos hombres a buscarlo, pero su esposa estaba feliz con él en casa. —Hay algo extraño en todo esto. —Sacó el relicario y lo abrió viendo la foto, una pareja normal teniendo un hijo aparentemente normal, miró mejor y el collar tenía otro compartimento secreto develando el origen de ese niño.
Emilico solía tener una foto adicional con Patrick, la otra solo era por el rostro que estaba en representación. —¿Qué diablos es eso? ¿Existen estos seres?

Fue a medianoche cuando todo en la mansión estaba en silencio, el personal y su esposa dormían, más Rowan estaba inquieto y perturbado se levantó sigiloso y procurando que su esposa estuviese profundamente dormida, fue a su oficina y tomó un arma punzante decidido a acabar con él.
Abrió la puerta de la habitación y se acercó, dormía tranquilo en la cuna, no pensó en el dolor que su muerte le causaría a su esposa, no debía fallar, alzó su mano sujetando el filoso objeto, pero antes de que pudiese hacer algo, sintió dos brazos rodearlo. Clarissa que se despertó sintiendo la cama vacía fue a buscarlo, estaba llorando por lo que él intentaba hacer y no lo permitiría. —No por favor, no lo hagas. —Su voz se cortaba por el dolor que le causaba verlo amenazar la vida de su hijo amado.
—No es nuestro hijo ese monstruo, lo sabes muy bien.
—No lo digas, para mí no lo es, sabes que lo amo demasiado...
Elora se despertó, algo no estaba bien así que se levantó y tomó su lámpara para ir a ver si el niño aún se encontraba dormido, pero la puerta de la habitación estaba abierta y el interior a oscuras y cuando la iluminó pudo notar que el señor tentaba contra la vida del pequeño niño, recordó cuando perdió a su ama sombra, ella la había querido mucho y sintió dolor al principio, pero todo eso fue borrado con el café que suministraban. Dejó la lámpara sobre una mesita cercana y de igual manera imploró por él.
Rowan bajó el arma, Clarissa se la arrebató de su mano y la tiró lejos sintiendo miedo de lo que hubiese podido causar esa noche, por su parte Elora tomó al pequeño que no entendía que estaba pasando, además lo despertaron de sus sueños.
Él miró a su esposa, no sabía que le había pasado, estuvo a punto de quitarle la vida y ella parecía muy decepcionada de sus acciones, como si la confianza construida todos estos años hubiese desaparecido solo por eso.

MissingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora