CAPITULO: 21 Primera Guerra II

291 40 15
                                    

un meses después 

 Durante estos últimos meses, las diferentes batallas contra los Rangdan han sido algo que Samuel nunca antes había experimentado. Si describiera los campos de batalla en otros mundos, que ya de por sí eran difíciles de conquistar, en este último mundo era un maldito infierno.

Una vez destruida su flota, se bombardeó el planeta hasta los cimientos, volviéndolo irreconocible. Después, comenzó una invasión para erradicar y terminar con este conflicto de una vez por todas.

Sin embargo, solo fueron recibidos con el implacable rugido del fuego de artillería de las armas Rangdan. Su tecnología, forjada en el crisol de la bioingeniería, les otorgaba una paridad inquietante con nuestras armas, y en algunos casos, incluso las superaba. Las defensas que erguían eran un espectáculo aterrador: armas vivientes y artillería de carne pulsante, un terror que parecía cobrar vida propia.   

En medio de este caos, interminables legiones de razas esclavas se lanzaban al combate como carne de cañón, convirtiendo cada avance en una lucha desesperada. La atmósfera se tornaba cada vez más tensa, mientras el eco de la guerra resonaba en diferentes puntos del planeta.

Base de operación de la UNSC

En uno de los continentes del planeta, se erguía una gigantesca base, una fortaleza rudimentaria que se había levantado en cuestión de semanas. Su estructura monumental se extendía a lo largo de kilómetros, un testimonio del ingenio y la determinación de nuestras fuerzas.

En el corazón de esta colosal instalación, cientos de inteligencias artificiales se encargaban de la logística, vigilando con precisión milimétrica la descarga de recursos provenientes de las fragatas. Cada vehículo, cada arma y cada pieza de maquinaria de guerra fluía como un torrente incesante, organizándose en un ballet militar que se desplegaba en diferentes frentes de batalla.

pero cada IA estaba encargada de diferentes tareas especificas que hacer tanto logística, científicos, biólogos, exploradores, pilotos de naves titanes y caballeros, pero el mayor numero de IA eran casi en su totalidad hombres de hierro enfocados para la guerra. Que marchaban  en ordenadas filas para abordar a los  pelicán y diversos trasportes para ser enviados al frete.

En el centro del complejo, se erguía un edificio bien defendido, custodiado por torretas antiaéreas y soldados apostados en diferentes puntos, patrullando en busca de cualquier peligro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el centro del complejo, se erguía un edificio bien defendido, custodiado por torretas antiaéreas y soldados apostados en diferentes puntos, patrullando en busca de cualquier peligro. Este era el corazón de las operaciones, donde Adán, un asesor científico y biólogo, se encontraba junto a sus compañeros: Iris, vicealmirante y comandante de la flota, y otros comandantes y asesores.

La atmósfera era tensa mientras discutían el progreso en la toma de la última fortaleza enemiga y el exterminio de los últimos focos de resistencia en el planeta. Iris estaba especialmente molesta con Adán, quien había presentado una petición que consideraba irrazonable y que iba en contra de las órdenes directas de Samuel, quien lideraba a las tropas en el frente.

soy una IA en warhammer 40kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora