Días después de la confrontación con su madre, Jaehyun comenzó a notar cambios sutiles en su vida cotidiana. Personas cercanas a su familia, viejos conocidos y hasta socios de negocios lo miraban con una mezcla de sorpresa y desaprobación cuando lo encontraban con Doyoung. Al principio pensó que era coincidencia, pero rápidamente se dio cuenta de que su familia estaba hablando sobre su relación de forma pública, exponiendo el "escándalo" para presionarlo a reconsiderar.Un día, mientras almorzaba en el restaurante con Doyoung y su hijo, una mujer mayor y elegantemente vestida —una amiga de la familia Jung— se acercó con una sonrisa rígida.
—Jaehyun, querido, —dijo con un tono condescendiente—. He escuchado ciertos rumores, y no podía creer que un joven tan prometedor como tú estuviera... bueno, enredado en una situación tan... complicada. Espero que todo esto sea solo un malentendido.
Doyoung bajó la mirada, claramente incómodo, mientras Jaehyun apretaba los labios y respondía con frialdad. —Lo único que hay que entender aquí es que estoy con Doyoung porque lo amo. Lo demás no debería importar.
La mujer se retiró sin disimular su desagrado, pero no sin antes lanzar una mirada de desaprobación hacia Doyoung y el pequeño niño que se sentaba junto a él.
Esa noche, después de cerrar el restaurante, Doyoung y Jaehyun hablaron en privado. El ambiente era tenso, y Doyoung apenas podía ocultar la frustración que sentía por la situación.
—Jaehyun, esto ya no es solo entre nosotros. Tu familia está usando su influencia para hacerme ver como una carga en tu vida, y están manchando mi reputación. Me duele que esto te esté afectando.
Jaehyun lo miró con tristeza. —No me importa lo que digan, Doyoung. No me importa lo que piensen de ti ni de mí. Ellos no entienden lo que tenemos y nunca lo harán. Todo lo que quiero es que estemos juntos, ¿no es suficiente?
Doyoung soltó un suspiro profundo, su mirada fija en el suelo. —Sí, Jaehyun, pero… ¿por cuánto tiempo podremos soportar esto? No quiero que sigas perdiendo a tus amigos y a tu familia por mi culpa. Y no quiero que mi hijo crezca escuchando a la gente murmurar sobre nosotros.
Jaehyun sintió el peso de esas palabras. Sabía que Doyoung tenía razón, pero también sabía que no podía dejarlo, ni a él ni al niño que poco a poco se había convertido en una parte fundamental de su vida.
Esa noche, mientras ambos se abrazaban en silencio en la pequeña habitación de Doyoung, Jaehyun decidió que era momento de enfrentar a sus padres una última vez. No podía permitir que su relación siguiera siendo blanco de críticas ni que Doyoung y su hijo sufrieran más por su causa.
La mañana siguiente, Jaehyun acudió a la mansión familiar y solicitó ver a sus padres. Al entrar al imponente salón, se encontró con sus padres y su abuela, quienes lo esperaban con expresiones de desaprobación.
—Jaehyun, —comenzó su padre—, nos preguntábamos cuánto tiempo ibas a seguir insistiendo en esta… tontería.
Jaehyun alzó la mirada, decidido. —No es una tontería. Doyoung es importante para mí, y no voy a permitir que sigan humillándolo ni a él ni a su hijo. Si ustedes no pueden aceptarlo, entonces… tal vez lo mejor sea que me aleje.
La abuela de Jaehyun, quien hasta entonces había permanecido en silencio, lo miró no pudiendo creer lo que su nieto acaba de decir. —¿Realmente crees que podrías vivir sin el apoyo de tu familia? Lo hemos dado todo por ti, y ahora planeas arrojarnos a un lado por un omega que apenas tiene para mantenerse.
Jaehyun sintió un nudo en la garganta, pero no se dejó intimidar. —Sí, puedo vivir sin ustedes si eso significa que no tengo que renunciar a Doyoung. Sé que esto les parece una traición, pero no voy a sacrificar mi felicidad por su aprobación.
Hubo un silencio tenso en la habitación antes de que su madre hablara nuevamente, más serena pero con una determinación implacable.
—Entonces, Jaehyun, si eliges estar con él, ten en cuenta que también eliges perder todo lo que te hemos dado. Tendrás que construir tu vida desde cero, sin nuestra ayuda ni nuestra fortuna.
Jaehyun sintió cómo su corazón se rompía, pero también sintió la libertad en sus palabras. Aunque le dolía pensar en alejarse de la familia que lo había criado, entendía que a veces, para vivir en paz, era necesario dejar ir a aquellos que no comprendían su amor.
Esa noche, cuando Jaehyun regresó al departamento de Doyoung, se sentía como si una carga pesada se hubiera levantado de sus hombros. Miró a Doyoung y a su hijo, sí, su hijo, y sintió una paz que jamás había experimentado en la mansión familiar.
Se sentaron juntos en la pequeña mesa, y Jaehyun, tomando las manos de Doyoung entre las suyas, le confesó todo.
—Mis padres me han desheredado, —dijo con un tono sereno, aunque en el fondo sintiera la tristeza de haber perdido su pasado—. Pero no me importa. Elegí estar contigo, Doyoung, y eso es todo lo que necesito para ser feliz.
Doyoung, con lágrimas en los ojos, lo abrazó con fuerza, sintiendo el amor de Jaehyun envolviéndolo. Sabía que la vida no sería fácil de ahora en adelante, pero también sabía que, mientras estuvieran juntos, podían superar cualquier obstáculo.
Y así, en esa pequeña habitación, comenzaron a construir el sueño de una nueva vida, una vida donde el amor y la familia que habían formado eran todo lo que realmente importaba.
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El Destino de los Alfas [Jaedo]
FanfictionEn un mundo donde cada alfa tiene un omega destinado, Doyoung ha sufrido la traición de un amor que lo dejó con un hijo y un corazón roto. Ahora, como chef principal en uno de los restaurantes más prestigiosos, su vida parece haberse estabilizado. S...