Corazones en Guerra

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Las palabras de Jaehyun se habían convertido en el ancla de Doyoung, manteniéndolo firme mientras enfrentaban el torbellino de emociones y obstáculos que los rodeaban. Pero a pesar de la seguridad que compartían, el ambiente en casa de los Jeong se volvía cada vez más tenso.

Los padres de Jaehyun no habían desistido de sus intentos por apartarlo de Doyoung y habían comenzado a tomar medidas extremas. Cuando una mañana Jaehyun recibió una invitación "formal" de sus padres para asistir a una importante reunión familiar, una corazonada le advirtió que algo no estaba bien. Doyoung, al escuchar sobre la invitación, intentó calmarlo, pero en el fondo sabía que las intenciones de la familia Jeong no eran nada buenas.

Al llegar, Jaehyun fue recibido por el silencio incómodo de sus familiares y el susurro constante de los invitados. La gran sala de su infancia parecía extrañamente hostil, y el rostro rígido de su madre confirmaba sus sospechas.

-Jaehyun, me alegra que hayas venido, -dijo su madre, haciendo un esfuerzo por parecer cortés-. Hay algo que queremos discutir contigo.

Él se mantuvo en silencio, observando a su madre y a su padre, quienes intercambiaron una mirada antes de que su padre hablara.

-Sabemos que tienes un compromiso con ese... omega, Doyoung, pero también sabemos que la familia Jeong merece algo mejor, algo más... adecuado.

Jaehyun sintió la ira arder en su pecho, pero se obligó a mantener la calma. -No entiendo qué es lo que quieren decir. Doyoung es mi pareja, y lo será siempre. No hay nada que discutir.

-No hemos llegado tan lejos para que toda la reputación de nuestra familia se arruine, -interrumpió su madre, en un tono tajante-. Jaehyun, ya hemos arreglado todo para que te cases con Ten, un omega de buena familia. La boda será en tres semanas.

Jaehyun quedó en shock. La decisión de sus padres no era solo una falta de respeto hacia él y sus deseos; era una muestra clara de que no valoraban su felicidad. La voz de su madre, tan fría y calculadora, lo hizo darse cuenta de cuán lejos estaban dispuestos a llegar.

-¿Cómo pueden hacer esto sin siquiera consultarme? -preguntó, su tono cargado de incredulidad y rabia.

-Es por el bien de la familia, Jaehyun. Un omega como Doyoung nunca podrá ser parte de nuestro círculo. Y, para colmo, ya tiene un hijo con otro alfa. Es algo inaceptable, -respondió su padre con dureza-. Deberías entender que tu rol aquí es cumplir con las expectativas.

Jaehyun respiró profundo, controlando la furia que amenazaba con desbordarse. Se dio la vuelta, sin decir una palabra más, y se marchó de la casa familiar, ignorando los llamados de su madre. Al salir, se sintió libre de una carga que ni siquiera había notado que cargaba.

Al regresar al apartamento, Doyoung notó de inmediato el estado emocional de Jaehyun

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Al regresar al apartamento, Doyoung notó de inmediato el estado emocional de Jaehyun. Se acercó a él, tomando sus manos y buscando sus ojos.

-¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Jaehyun le explicó con calma lo que sus padres habían planeado, y Doyoung escuchó en silencio, sintiendo una mezcla de tristeza y culpa. A pesar del amor que compartían, no podía evitar pensar que, de algún modo, él era la causa de los conflictos que Jaehyun enfrentaba con su familia.

-Jaehyun, -murmuró Doyoung, soltando un suspiro-. Tal vez ellos tienen razón. Quizás es mejor que busques a alguien más... alguien que no tenga este pasado.

Jaehyun tomó el rostro de Doyoung entre sus manos, mirándolo con una mezcla de amor y determinación-. No vuelvas a decir eso. No dejaré que ellos decidan sobre mi vida. Tú eres la única persona con la que quiero estar. No me importa lo que ellos piensen, ni lo que planeen.

Doyoung asintió, sintiendo cómo su amor por Jaehyun se hacía aún más fuerte, aunque en el fondo seguía temiendo que la presión de su familia pudiera romper lo que tenían.

Doyoung asintió, sintiendo cómo su amor por Jaehyun se hacía aún más fuerte, aunque en el fondo seguía temiendo que la presión de su familia pudiera romper lo que tenían

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Sin embargo, la familia de Jaehyun no estaba dispuesta a ceder. Días después, comenzaron a llegar amenazas sutiles al restaurante de Yuta, insinuando que podrían arruinar su reputación si permitían que Doyoung continuara allí. Las tensiones alcanzaron un punto crítico cuando Yuta recibió una visita inesperada de los padres de Jaehyun, quienes intentaron convencerlo de despedir a Doyoung bajo el pretexto de "mantener la paz".

Yuta se mantuvo firme, protegiendo a Doyoung, pero cuando se lo contó, este sintió que su mundo se desmoronaba. Estaba cansado de ser la razón de los conflictos y de que su presencia causara problemas para quienes lo rodeaban. Se sentía atrapado entre el amor que sentía por Jaehyun y el peso del rechazo que enfrentaban.

Una noche, después de asegurarse de que Jaehyun y su hijo estaban dormidos, Doyoung salió al balcón, mirando la ciudad iluminada, preguntándose si algún día podrían tener paz.

El Destino de los Alfas [Jaedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora