Doyoung nunca había experimentado algo así. Aquel instante en que sus ojos se cruzaron con los de Jaehyun, sintió un temblor en el alma que lo dejó sin aliento. La intensidad de esa mirada lo hizo olvidar, por un segundo, su rol de chef y las responsabilidades que lo rodeaban. Era como si el universo entero se hubiera reducido a esos profundos ojos oscuros y el misterioso magnetismo del alfa al otro lado de la sala.Sacudió la cabeza, intentando volver a concentrarse en su labor. No podía darse el lujo de distraerse, no en un evento tan importante para el restaurante y, por extensión, para Yuta, quien lo había ayudado en sus peores momentos. Con un esfuerzo, desvió la mirada y continuó sirviendo los platos, tratando de ignorar el extraño calor en su pecho que no lograba disiparse.
Mientras tanto, Jaehyun tampoco podía apartar su mente del inesperado encuentro visual con Doyoung. Había conocido a muchos omegas a lo largo de su vida, pero ninguno lo había afectado de esa manera. Su padre, un alfa que le había enseñado que todo en la vida se trataba de prestigio y posición, jamás entendería el inexplicable deseo que surgía de su corazón en ese momento. Jaehyun había llegado a este evento con la intención de cumplir con las expectativas de su familia, de comprometerse con Ten, pero el encuentro fugaz con aquel omega desconocido parecía desmoronar sus planes sin que pudiera controlarlo.
Jaehyun observó a Doyoung en silencio mientras el omega trabajaba con gracia y concentración, ajeno a la presencia de su mirada. Sentía una mezcla de curiosidad y algo más profundo, algo que no podía explicarse. Sabía que era una locura, pero deseaba acercarse, hablar con él, entender por qué su presencia lo había impactado de manera tan abrumadora. Sin embargo, el peso de la responsabilidad y las miradas de sus padres lo mantenían en su lugar, recordándole la verdadera razón de aquella noche.
Cerca de la medianoche, cuando la velada se acercaba a su fin, Yuta dio instrucciones a su equipo para recoger los utensilios y preparar los últimos detalles del servicio. Doyoung, agotado pero satisfecho por el resultado, decidió tomarse un respiro en el patio trasero del salón. La brisa fresca de la noche le proporcionó un alivio necesario, ayudándolo a despejarse de la intensidad del evento.
Pero lo que no esperaba era que Jaehyun lo siguiera hasta allí.
—¿Te estás escondiendo? —La voz profunda de Jaehyun lo sobresaltó.
Doyoung giró lentamente, encontrándose de nuevo con esos ojos oscuros que, hasta hace un momento, solo veía a la distancia. Estar frente a él, a solas y en el silencio de la noche, hizo que su pulso se acelerara incontrolablemente.
—No… solo necesitaba un poco de aire. —Doyoung intentó mantener su voz firme, aunque el nerviosismo era evidente en sus palabras.
Jaehyun lo observó en silencio, sus ojos analizando cada detalle del omega frente a él. Había algo en Doyoung que lo atraía irremediablemente, algo más allá de lo físico. Quizá era el misterio en su mirada o la fuerza en su voz, pero Jaehyun sabía que no podía ignorarlo.
—Eres… ¿el chef principal del restaurante de Yuta, verdad? —preguntó Jaehyun, intentando iniciar una conversación.
—Así es. —Doyoung asintió, un poco sorprendido de que un alfa como él prestara atención a alguien en su posición—. Y tú eres el anfitrión de la noche, supongo.
Jaehyun sonrió, un destello de humor en su mirada. —Uno de ellos. Mis padres, en realidad, son los que tienen todos los planes de esta noche. Para mí, es solo… otro compromiso.
La confesión desarmó un poco a Doyoung, quien no esperaba ese tono relajado y casi burlón en el alfa de una familia tan importante. Ambos se miraron en silencio por un momento, y el aire entre ellos parecía vibrar de una manera extraña, casi palpable.
Finalmente, Jaehyun se acercó un paso más, manteniendo sus ojos fijos en Doyoung. —¿Sabes? Nunca había sentido esto antes —admitió en un susurro, más para sí mismo que para el omega.
Doyoung contuvo la respiración, sintiendo cómo su corazón latía a un ritmo frenético. Pero antes de que pudiera responder, el sonido de unas voces acercándose los interrumpió. Ambos retrocedieron, recuperando la compostura rápidamente. Yuta apareció en la puerta, buscando a Doyoung para asegurarse de que todo estuviera listo antes de partir.
—Ah, aquí estás. —Yuta sonrió, pero su mirada pasó rápidamente de Doyoung a Jaehyun, notando la cercanía entre ambos. Aunque no comentó nada, sus ojos reflejaban una leve sorpresa—. Doyoung, ya es hora de regresar al restaurante.
Doyoung asintió, aún un poco aturdido por el encuentro. Miró a Jaehyun una última vez antes de seguir a Yuta, sintiendo que dejaba una parte de sí mismo en ese lugar. Pero algo le decía que aquel no sería el último encuentro con el alfa.
Mientras veía a Doyoung alejarse, Jaehyun sintió un deseo irrefrenable de correr tras él, de hacer algo impulsivo que no encajaba con la imagen que su familia tenía de él. Sin embargo, sabía que no podía. No esa noche, no bajo la sombra de las expectativas de su familia.
Pero en su interior, supo que haría lo necesario para volver a ver a ese omega, incluso si eso significaba desafiar a todos.
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El Destino de los Alfas [Jaedo]
FanfictionEn un mundo donde cada alfa tiene un omega destinado, Doyoung ha sufrido la traición de un amor que lo dejó con un hijo y un corazón roto. Ahora, como chef principal en uno de los restaurantes más prestigiosos, su vida parece haberse estabilizado. S...